viernes, 22 de julio de 2011

Peter Sarsgaard, pez fuera del agua en "Linterna Verde"

Parte de mi trabajo consiste en entrevistarme con estrellitas de Hollywood, lo que te propicia que te lleves alguna que otra sorpresa. Por ejemplo, mi ídolo de la infancia, Harrison Ford, con quien he estado dos veces, parece una especie de granjero de Iowa, más preocupado por volver junto a su "Calista" que por quedar bien con la prensa, y al contrario, Brad Pitt, que me caía fatal, resultó ser un tío muy listo y además simpático.

El caso es que ayer me tocó el elenco de Green Lantern (Linterna verde). Uno acude al junket con los deberes hechos, tras haber visto la película, y pensar preguntas para el director, Martin Campbell, el productor, Donald De Line, y el protagonista, Ryan Reynolds. No es cuestión de plantarte ahí de sopetón, como el personaje de Hugh Grant en Notting Hill, pero me sentí exactamente como él cuando compruebo que antes del encuentro con los individuos citados los de la distribuidora me traen ¡a Peter Sarsgaard!

Soy un gran fan de Peter Sarsgaard, me parece que hace papelones en pelis como El precio de la verdad y An Education, pero había visto Green Lantern el día antes y os aseguro que no recordaba haber visto a Sarsgaard por ninguna parte. En estos casos uno finge tenerlo todo bajo control, y decidí romper el hielo con una pregunta en la línea de Hugh Grant para ver si me enteraba de qué hacía Sarsgaard:

–¿Se sintió identificado con su personaje?

–No.

–¿Por qué no?

–Porque es un alienígena asesino del espacio exterior.

¡Bien! Ya me encajaba la cosa. Resulta que Sarsgaard es el malo de la peli, pero sale con una cabeza enorme y tantísimo maquillaje que a ver quién es el guapo que le reconoce. Yo ni me enteré de que era él. Os aseguro que es el de la foto que acompaña a este post.

A pesar de que Sarsgaard es muy profesional, cumplió con su compromiso de atender a la prensa con una sonrisa, y trató de vender muy bien la peli. Pero se notaba que se sentía un poco como pez fuera del agua en un film de superhéroes, un poco como Daniel Day-Lewis en una comedia de Chiquito de la Calzada. Sarsgaard es muy de cine independiente, marido de Maggie Gyllenhaal, que va en la misma línea, y las superproducciones no le van mucho.

Eso sí, se alegró de poder 'vengarse' de Tim Robbins, que también sale en la cinta. "Fue mi primer jefe, ya que debuté en el cine con Pena de muerte", explica el actor. En mi primer día de rodaje Sean Penn violaba a mi novia, la mataba, me golpeaba en el barro y me mataba a mí también. ¡Pues Tim Robbins me hizo repetir la toma doce veces! Y en cada una, tenía que lavarme y volver a vestirme. Pero en esta película, le cojo por la cabeza y le tiro contra una ventana, así que disfruté mucho de ese momento". Cuenta todo esto con una gran sonrisa. "En el fondo, somos muy buenos amigos".