lunes, 23 de mayo de 2011

Cartas a una vasca conocida

A petición del público, sobre todo de algunas simpáticas lectoras que me lo han pedido expresamente, continúo cotilleando sobre mis experiencias con la chica vasca más adorable jamás nacida. Aunque ella es un sol (no os podéis ni imaginar), la cosa no va nada bien, ¡una pena!

Resulta que como no suelo tener mucha suerte (una vez compré una fábrica de gorros y empezaron a nacer los niños sin cabeza), nada más conocerla la destinaron lejos, a otra provincia española. Desde entonces nos hemos visto varias veces, pero sobre todo nos hemos relacionado a través del correo electrónico. ¿Esto ha sido bueno? Sí, pero contraproducente.

Me explicaré, resulta que soy mucho mejor en mi medio natural, o sea, por escrito, que en persona, que tiendo a ser bastante soso. Todos aquellos que me sigan a través de este blog tendrán una idea de mí posiblemente equivocada, pues pensarán que hablo como escribo y resulta que no, en el mundo real no tengo mucha gracia y soy más bien poca cosa.

Por poner un ejemplo lejano pero ilustrativo, soy como el pintor de El retrato de Dorian Gray, cuyo encanto personal era inversamente proporcional a su genialidad como pintor. También me parezco a Rita Hayworth, cuando dijo aquello de que "los hombres se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo". Se la mitificaba a la pobre por su trabajo en el cine, en la legendaria película, y luego resultaba ser una chica de lo más normal.

O sea, que para mi desgracia, conecto con la dama de mis sueños por escrito pero no en persona. Además, como es una chica de lo más interesante, me intimida y me pone nervioso. Estoy condenado a que mantengamos una relación epistolar como Machado con Guiomar, y que no quedemos nunca para no estropearlo. Espero escribir algo potente, como la Carta de una desconocida, pero a una conocida. Suena muy romántico, en fin, continuaré cotilleando lo que ocurra...

lunes, 16 de mayo de 2011

"Piratas" vs "Juego de tronos": los lunes duelo de titanes

Los lunes compiten en las televisiones españolas las series Piratas y Juego de tronos. Podía haber dado mi opinión antes del estreno, la semana pasada, pues antes de verlas, no hacía falta ser el puto Nostradamus para adivinar cuál iba a ser mejor: la de Telecinco o la de HBO. Seria como comparar un Ferrari Testarossa con un 600.

Iba a empezar este comentario señalando el exhibicionismo descarado de Pilar Rubio en la serie española, a la que ponen a combatir en camisón mojado, como si fuera una película de Mariano Ozores. Siguen abusando las series españolas de carnaza, como en los tiempos del destape. Aún recuerdo el omnipresente vestuario mixto de Un paso adelante.

La verdad es que luego resultó que en Game of Thrones también tiran de lo mismo. ¡Se ve que hay que acumular audiencia al precio que sea! De hecho, cuentan con una actriz guapísima, Emilia Clarke, que en el primer episodio apenas sale vestida. Ni se buscan excusas para que se quite la ropa. Y encima tiene un hermano dispuesto a que su hermana haga de todo para recuperar su hogar. "Con tal de irnos a casa con un ejército, dejaría que lo hiciera contigo no sólo Khal Drogo. Dejaría que lo hiciera toda su tribu, los 4000 hombres, y sus caballos también si eso fuera necesario". La frasecita de marras pasará a la historia de la televisión.

La diferencia sustancial de las dos series es que, dejando aparte los excesos morbosos, son como la noche y el día.

Piratas es como Águila roja en el mar, no tiene mucho sentido, y hasta me resulta insulso y fuera de lugar Óscar Jaenada, al que consideraba hasta ahora un gran actor, que no sólo protagoniza esta serie pirata, sino que además tiene un papelito en Piratas del Caribe. En mareas misteriosas. Por su parte, Pilar Rubio es tan mala como actriz, que aunque la venden como protagonista, a la hora de la verdad apenas sale porque da vergüenza ajena.

Por contra, Juego de tronos es sencillamente la mejor serie de temática medieval-fantástica que se haya emitido jamás en televisión alguna, superando incluso a Xena, la princesa guerrera. Si alguien cree que exagero es porque no ha visto nada aún. ¡Gran acierto reclutar a Sean Bean para hacer otra vez de Boromir y a Lena Headey para que repita como esposa de un rey al igual que en 300! ¡Eso es ir a lo seguro!

El primer episodio cuenta como consejero de producción con el más grande director del cine independiente americano actual, Thomas McCarthy, y de hecho el protagonista de su película Vías cruzadas, Peter Dinklage, es uno de los personajes principales, no precisamente homosexual como el enano al que encarnaba en la hilarante Un funeral de muerte (2007).

Cuando la pasión cinéfila choca con la dura realidad

Los cinéfilos somos gentes que vivimos en un mundo paralelo, marcado por la pasión por el cine, y la mitomanía. Cuando un cinéfilo de pro, como yo por ejemplo, se queda pillado por alguien -ya contaré los detalles otro día-, aunque ella no viva en el mismo mundo, uno no puede resistir la tentación de intentar compartir sus clásicos favoritos con la otra persona, sobre todo si no los conoce.

Consigo convencer a la chica en cuestión de que vea conmigo una de mis tres películas favoritas, la fastuosa Carta de una desconocida, de Max Ophüls, magistral adaptación de una novela corta, también estupenda aunque distinta, del escritor marcado por la tragedia Stefan Zweig.

Siempre se me caen unos lagrimones gigantes en dos momentos. Primero cuando unos tipos hablan durante el entreacto de un concierto a sus espaldas del personaje de Louis Jourdan, y dicen de él que ha dejado de ser una gran promesa hace tiempo y va a la deriva. ¡Claro, su vida se ha ido a la porra porque es un imbécil que no ha sabido compartirla con quien debería!

El segundo 'momentazo' es cuando Louis Jourdan le pregunta a su mayordomo si se acordaba de la chica que ha estado enamorada de él toda su vida, y que él no sabe ni quién es. Y el mayordomo asiente y le pone una cara que expresa algo así como "pues claro que me acuerdo, pedazo de retrasado, ¡tú no te acuerdas porque eres un auténtico imbécil!".

Tengo que decir que la chica en cuestión, que es un trozo de pan, hizo un notable esfuerzo por entrar en mi mundo, y que aguantó la proyección hasta el final. Pero cuando acabó quise conocer su opinión:

En primer lugar, le había chocado mucho que Joan Fontaine interprete a la protagonista también durante su infancia, vestida de niña. Me dijo que quedaba ridícula.

Además de eso, lo que más le había impresionado es que Louis Jordan y Joan Fontaine se dieran un beso, y como consecuencia ella se quedara embarazada. Fue inútil explicarle que en la época en la que estaba rodada la cinta, había que imaginarse todo lo demás.

-¿En serio tú lloras con esta cosa? -me dijo finalmente. Creo que piensa ahora que soy una especie de 'gilipollas'. No me lo ha dicho. En fin, me mandará a la porra, pero yo seguiré pillado por ella en silencio y cuando la vaya a palmar se lo contaré todo en una carta, a ver si se acuerda de mí. Imagino que no.

David Hasselhoff vigilará la playa en "Piraña 3DD"

Notición para los apasionados del terror y friquis en general: David Hasselhoff se incorpora al reparto de la secuela de Piraña 3D, que se titulará nada menos que Piraña 3DD. Sí, efectivamente, vais bien encaminados los que penséis que lo del "DD" se refiere exactamente a la talla del sujetador, grande, de las actrices. El cine degenera cada vez más, así que los degenerados podrán ir a verla en noviembre, que es cuando se estrena en Estados Unidos. Dirige un tal John Gulager, responsable de Parecía un hombre tranquilo, y del que posiblemente no se pueda decir que se parezca a John Ford.

Se supone que atacarán a los bañistas los padres de las pirañas de la anterior película, que son bastante más grandes y más malos. Pero no hay nada que temer si el legendario protagonista de Los vigilantes de la playa nos protege. ¡Podían haber recuperado a Pamela Anderson, aquella chica que se hizo popular porque los sujetadores DD le quedaban pequeños!

¡Qué recuerdos nos trae a los que tenemos más de 30 años, y también a los que tenemos muchísimos más, el actor David Hasselhoff, protagonista de la inolvidable El coche fantástico, que marcó una época entrañable, en la que los GPS no existían y los coches todavía no te hablaban. ¡Más de 80 episodios y todos absolutamente iguales!

UN CAPÍTULO CUALQUIERA DE "EL COCHE FANTÁSTICO"

1. Introducción. Sonaba aquella música inolvidable: Titiritititiriti... titiritititiriti... El coche fantástico es una trepidante aventura de un hombre que no existe, en un mundo lleno de peligros...

Michael Knight, un joven solitario embarcado en una cruzada para salvar la causa de los inocentes, los indefensos, los débiles, dentro de un mundo de criminales que operan al margen de la ley...

¡Se podía pasar por España y darle un buen repaso a los políticos esos de los falsos EREs, el Gurtel, etc., o sea 'criminales que operan al margen de la ley'!. Aunque mucho me temo que por muy coche fantástico que fuera, tendría que chincharse y circular como mucho a 110.

2. Unos villanos -curiosamente casi siempre eran los mismos gangsters de pacotilla- asustan a la víctima, un pobre desgraciado. A veces variaba un poco y los gangsters eran sustituidos por el gemelo malvado del protagonista, o Karr, la versión diabólica del coche fantástico. En cualquier caso, Devon, jefazo de La Fundación, manda a solucionar al tema a Michael Knight y a su coche, Kitt.

3. La mecánica incorpora a Kitt un nuevo gadget, estilo 'el abrelatas ultrasónico'. Siempre se nota cierta tensión sexual entre la mecánica y Michael, pero no se deciden a quedar para cenar una noche. Bonnie, de pelo oscuro, fue sustituida, posiblemente después de pedir un aumento de sueldo, por April, una rubia, pero esta no cuajó y volvieron a contratar a Bonnie.

4. Michael llega a donde está la víctima y persigue a los malos en su coche. Todo va bien mientras está dentro, y el coche le puede mostrar incluso qué están haciendo los malos. No se sabe muy bien por qué Kitt puede mostrar lo que está sucediendo en cualquier parte del mundo sin necesidad de ningún tipo de cámara.

5. En un momento dado, Michael tiene la brillante idea de salir del coche, y claro, entonces los malos le capturan enseguida. Pero no importa, porque bastaba una simple llamada y decir aquello de: ¡Kitt te necesito!

6. KITT podía abrir la puerta del sitio donde estaba encerrado su dueño, sin necesidad de que ésta fuera electrónica

7. A Michael nunca se le despeinaban los rizos. El estilo hortera de su peinado no se puede calificar ni siquiera de "ochentero", porque recuerdo que ya por entonces nos parecía desfasado. Y jamás se quitaba la 'chupa de cuero' de macarrilla, ni para dormir.

8. Michael siempre encontraba en cada capítulo a la mujer de su vida -la hija o secretaria de la víctima-. Pero al final, ella se tenía que ir a trabajar a Japón, o no se sabe cómo, siempre había una razón para que al final se tuvieran que separar.

9. Un capítulo de El coche fantástico no podía acabar sin que Kitt saltara por encima de varios coches. Los saltos eran geniales. Michael siempre apretaba el botón 'Turbo'. Daba absolutamente igual cuando lo presionara, porque el coche siempre saltaba en el momento justo.

Cuando el coche va a saltar se podía ver perfectamente que los del departamento de efectos especiales habían puesto una rampa en el suelo.

El plano del coche en el aire siempre muestra que el coche está a punto de estrellarse con el pavimento, pero cuando esto va a suceder, el montador cambia de plano, y se ve el coche, más nuevo todavía, circulando tranquilamente por la carretera.

Después del salto Michael siempre gritaba 'Wow' y daba unos botes en el asiento.

martes, 10 de mayo de 2011

"Insidious" me ha devuelto al cine de miedo

En todas las películas de casas encantadas, la familia de turno se queda viviendo en su residencia, contra viento y marea, aunque esté llena de espectros del Más allá que les hagan la vida imposible y el demonio en persona se les aparezca a la hora de cenar. Por eso tiene cierta gracia Insidious, en la que los protagonistas deciden mudarse a otro lado –que parece lo más lógico–, aunque acaban descubriendo que sigue pasando lo mismo porque el problema no estaba en la casa.

Me ha devuelto al género esta cinta totalmente imperfecta, y que se alarga en demasía, pero que bebe de clásicos como ¡Suspense! y Poltergeist, y que asustar asusta.

Tiene gracia que la firme James Wan, el director del primer Saw, saga a la que Wes Craven acusaba de pornografía de la violencia, y de aportar muchas trampas sádicas, pero poca tridimensionalidad a los personajes, por lo que da igual lo que les depare el destino. Parece que Wan es consciente de todo esto, y aquí se toma su tiempo en describir a los personajes, por lo que acaba importándote lo que les ocurra. Además, renuncia a la brutalidad extrema, para concentrarse en lograr una ambientación sombría, más al estilo del cine clásico.

El film es bastante criticable, sobre todo en su tramo final, pero me lo hizo pasar bien, y tiene a una médium friqui que homenajea a la Zelda Rubinstein de Poltergeist escoltada por dos parapsicólogos que parece que se han escapado de Los cazafantasmas, que si bien son lo más criticado por los espectadores, a mí me cayeron simpáticos.

El film está producido por el responsable de Paranormal ActivityOren Peli, por cuyo apellido parece predestinado a rodar cine. Me recuerda el caso de un peluquero que tuve durante mi infancia, y que se llamaba Paco Cabello.

Lista de personas con apellidos de lo más apropiado (reales y comprobables en google):

Maria Bello: Actriz particularmente bella.

Edward Niño: El hombre más bajo del mundo, de estatura infantil.

Paulina Rubio: Prototipo de rubia explosiva.

Scott Speed: Piloto de carreras estadounidense.

Bill Condon: Director de la película Kinsey, sobre el sexólogo, artífice de la llamada "libertad sexual".

Eva Izquierdo: Política de izquierdas, portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Pozuelo.

Bienvenido Rico: Director del aeropuerto de Santander. ¿Bajará a darle la bienvenida a los pasajeros?

María Pina Rojo: Comunista, política de Izquierda Unida de Murcia.

Marc Rich: Magnate y comerciante forrado de pasta.

Aldo Ladrón de Guevara: Ratero mexicano.

José del Piñal: Odontólogo.

Pablo Malo: Director pésimo, autor de la infumable cinta de terror La sombra de nadie.

Joseph Porro: Legendario diseñador de vestuario del cine americano, famoso por su afición a los canutos.

Joan Aguado: Hasta hace poco, director general del Instituto Catalán de la Viña y el Vino.