viernes, 23 de diciembre de 2011

La verdad sobre las cenas de empresa

En estos señalados días me gustaría recordar una entrañable tradición navideña como la lotería y los regalos de Reyes. Se trata de las cenas de empresa, una tradición relativamente nueva pero de la que no se escapa casi nadie últimamente, y si no se produce es mala señal, pues suele significar que la crisis ha afectado gravemente a la compañía. Es también el pistoletazo de salida de las fiestas, ya que suele ser una semana antes de Nochebuena.

Para empezar recibes la notificación de la secretaria de dirección, que te invita a asistir al evento, y te ruega que le confirmes si quieres asistir o no. Es puro cinismo, pues la asistencia no es opcional. O acudes o prácticamente es como si te ausentaras de una importante reunión de negocios, así que ya te puedes inventar una excusa creíble.

Después llega el problema de qué ponerse. Nunca debes ir con un traje mejor que el del consejero delegado, pues en ese caso pensará que ganas demasiado dinero y que se te puede reducir el sueldo. Así, decides ir con ropa normal, pero una vez en el restaurante te encuentras con que tus compañeras se han vestido como si fueran de boda, por lo que de repente te sientes un poco cutre.

Una vez en el restaurante surge otra duda: ¿Con quién sentarse? Imprescindible alejarse de los jefazos más jefes, porque entonces aunque no se hable de trabajo, uno tiene miedo de meter la pata, que se le escape un chiste grosero o algo así y dar mala imagen. Por desgracia, el autor de estas líneas suele apurar el tiempo hasta el final y cuando llega a la mesa, sólo está libre uno de los asientos al lado del jefazo supremo. O peor aún, junto a ésos que siempre existen en todas las empresas, que no te tragan, y que se disponían a pasarse toda la velada poniéndote a caldo. ¡Mala suerte! La cena promete ser aún más aburrida que el visionado de Tron Legacy.

Nunca digas de este whisky no beberé

¿Beber o no beber? ¡He ahí la cuestión! En principio, os recomiendo que ese día no bebáis mucho, por miedo a acabar en la fase de cantos regionales o hacer el ridículo de una forma increíble frente a la mirada perpleja del jefazo. Así que uno intenta que le sirvan una Coca-cola, pero entonces ese compañero divertido y juerguista te mira sorprendido, te pregunta que si estás enfermo, y le ordena al camarero que en lugar del refresco te traiga un whisky solo con hielo porque 'un día es un día'. ¡Bien! ¡Voy a acabar vomitando en el servicio!

Como aún así intentas beber lo menos posible, resulta que tienes cerca al jefe de recursos humanos, que lleva dos o tres copas de más y está más tostado que tú, y te cuenta sin ningún pudor cómo le ha puesto los cuernos a su legítima con dos jovencitas, o que se viste de mujer en la intimidad. ¡Y luego el lunes tendrás que saludarle al llegar y poner cara de que no te acuerdas de nada!

Finalmente suele haber un sorteo de regalos en el que si tienes suerte te tocará un lote de sopicaldos Gallina Blanca. Sino, resultarás agraciado con el escáner gigante para documentos de gran formato, una máquina estupenda, sin duda, pero que no necesitas para nada, y cuyo transporte a casa en el abarrotado metro promete ser complejo.

Al salir, viene lo peor. Alguien propone irse a una discoteca o local de moda para celebrarlo. Uno alega que ya es una abuelita y que se va a ir a la mecedora en su casa, y todo el mundo le mira como si fuera el esquirol que ha roto una importante huelga, o un desertor que ha fichado por la competencia. Comienzan las interminables discusiones sobre a dónde ir, que si 'las chicas queremos ir a Chueca, la zona gay, para que no nos entren moscones' pero 'los chicos no queremos ir ahí porque nos van a confundir con gays' y 'no seas políticamente incorrecto, ¿qué tienen de malo los gays?'. Y tú mientras congelándote...

Con mis compis, solemos acabar en un karaoke. Entonces sales al escenario con algún amiguete a cantar 'yo para ser feliz quiero un camión' y tienes la sensación de que estás arrasando, o sea de que cantas como los ángeles y el público te vitorea. Luego después verás en la oficina el vídeo que os han sacado y resulta que estabais más borrachos de lo necesario, desafináis con voz de cazalleros, y la gente os mira con cara de '¿de dónde han salido estos freaks?'.

Cuando al fin consigues escaparte resulta que esa noche han tenido lugar todas las cenas de todas las empresas de Madrid. Total, que no encuentras ni un taxi. Intentas colarte en el autobús nocturno, pero está tan lleno que finalmente ni siquiera consigues entrar. Te toca irte hasta el quinto pimiento en el que vives andando, con más frío que si te hubieras metido en la nevera del Yeti.

¡Felices fiestas a todos! Este año he decidido recurrir a un villancico friqui. Lo malo es que no cantan al niño Jesús sino a otro bebé, pero es lo que hay.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La Draculaura, el juguete de moda para niñas

Otra excelente costumbre navideña, aparte de la lotería, son los regalos de Reyes. El juguete de moda entre las niñas de este año es la Draculaura, una muñecaja que cuenta con su propia cama-ataúd 'divina de la muerte', ha cumplido los 1.599 años y aunque su ropa es de estilo victoriano tiene un aspecto bastante fashion. Forma parte de la colección Monster High, que toma su nombre del instituto al que acuden los hijos de los monstruos más famosos de todos los tiempos, así que Draculaura tiene como amiguitas a una zombi, una chica-lobo, una fantasma y una 'monstrua' que se llama Frankie Stein.

Desde noviembre la Draculaura de las narices lleva prácticamente agotada en todas las jugueterías. Me cuenta un amiguete de una tienda madrileña que aún tienen algunas, pero las colocan en las estanterías con cuentagotas. Así que todos los días se forma una enorme cola desde las siete y media de la mañana de padres desesperados en busca del espantajo de marras. Asegura que cuando llega ha escuchado conversaciones de lo más jugoso.

–Llevo aquí desde la una de la madrugada, pero es que estoy angustiada. No puedo dormir hasta que no consiga la Draculaura porque es la ilusión de mi hija, así que tengo contactos en otras ciudades a ver si la conseguimos. ¡Menos mal que mi jefe es comprensivo y me deja llegar tarde a trabajar! –le decía una demacrada mujer al tipo que tenía detrás.

–Mamá, ya van a abrir, yo creo que voy a coger todas las cajas de la colección que haya y luego ya miraré con calma si está la que quiere la niña de las narices –comentaba una adolescente que hablaba por el móvil.

Por desgracia, resulta que al parecer el primero de la cola suele comprar todas las que haya para revenderlas en el mercado negro. Hasta cien euros se llega a pagar por una en internet, así que se cotiza mejor que la cocaína.

Habiendo sido hace ya muchísimos años un niño al que Melchor, Gaspar y Baltasar no le concedían todos sus caprichos porque apelaban a mi generosidad y comprensión de que tenían que llevarle juguetes a todos los chavalines del mundo, creo sinceramente que los padres capaces de pasarse varios días en la cola para concederle un capricho tan tonto a sus vástagos deberían quedar inhabilitados durante algún tiempo para tener la custodia de sus hijos.

Por suerte, la naturaleza es sabia y les castiga poéticamente con lo que les va a ocurrir el día de reyes. Después de dormir en la puerta de una juguetería y pagar un pastón en internet por el oscuro objeto de deseo infantil, la niña abrirá la caja de la muñeca, la mirará durante dos minutos y la dejará abandonada en el rincón para ponerse a jugar a los videojuegos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El libro de Steve Jobs: Adiós Mr. Chips

He estado leyendo estos días el libro del año, "Steve Jobs", biografía del friqui de los friquis, escrita por Walter Isaacson (editorial Debate). La recomiendo no sólo porque la vida del protagonista es apasionante, sino también porque el libro ayuda a entender muy bien el mundo actual y la generación a la que pertenezco.

Según cuenta el libro, a Jobs le presentan un día al Rey Juan Carlos, de España, y de repente el monarca saca una pluma y le firma un papelajo. "¿Qué ha pasado?", le preguntan a Jobs, y él responde: "Le he vendido un ordenador".

Como era tan perfeccionista, le costaba encontrar muebles totalmente a su gusto, así que tenía la casa medio vacía.

Parafraseando su propio eslogan, Jobs era "sencillamente genial". En 1982 le preguntaron si quería realizar una investigación de mercado para sus productos, pero él respondió: "¿Para qué? ¡Si nuestros clientes no saben lo que quieren hasta que se lo mostramos!". Y lo más curioso es que tenía razón, a juzgar por la cantidad de mails pijos que recibo con la etiqueta "o sea, enviado desde mi iPhone", a los que respondo con textos 'enviados desde mi cutre-PC de desecho comprado de saldo en una tienda de segunda mano'.

No me extraña que el mismo Jobs eligiera como su biógrafo a Isaacson, autor de libros sobre Albert Einstein y Benjamin Franklin. Es un escritor conciso que se ha documentado como una bestia y sabe mantener la atención del lector. A principios de 2004, Jobs le llamó para pedirle que diera con él un paseo, como solía hacer con las personas a las que tenía que comunicarle algo importante. Mientras caminaban, le propuso que escribiera un libro sobre él, pero Isaacson se mostró reacio. Aquel tipo estaba en la cima de su carrera. ¿No sería mejor esperar a que se jubilara y así podría contarlo todo sobre él? Le contestó que por el momento no estaba interesado.

Cinco años después, Laurene Powell, la esposa de Jobs, acude a hablar con Isaacson para decirle: "Si piensas escribir alguna vez un libro sobre Steve, más vale que lo hagas ahora". Estaba ya muy gravemente enfermo. En aquel encuentro, Powell le confesó al autor que la primera vez que Steve le había llamado ya le habían diagnosticado la temible enfermedad, aunque la mantenía en secreto, y estaba a punto de someterse a una compleja operación.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La pesadilla antes de Navidad de la Lotería

Desde hace varias semanas proyectan en los cines, antes de los trailers, el anuncio de la Lotería de Navidad de este año, con el que también nos bombardean en televisión. 
Al parecer han despedido al calvo de los anuncios de otros años que se había hecho tan famoso como Mr. Proper, con el que ahora coincidirá en la cola del paro. El nuevo spot se titula "La fábrica de sueños", y tiene como banda sonora el tema 'Ice Dance' de la banda sonora de Eduardo Manostijeras, de Tim Burton, aunque creo que habría sido más apropiado, ya puestos, haber escogido la música de su cinta Pesadilla antes de Navidad.

Y es que puede convertirse en una pesadilla el sorteo extraordinario de estas fechas para los que no solemos jugar. Nos agobian en nuestra empresa, la comunidad de vecinos, el kiosco donde compramos el periódico, la pescadería y el bar al que vamos a tomar un café con los décimos de marras. "Si no lo compras, como no te toque vas a querer darte con la cabeza contra la pared", me dice el carnicero. Parece el sorteo extraordinario de la envidia navideña, compramos porque nos fastidia que le pueda tocar a los otros y a nosotros nada de nada. ¡Fomenta la negatividad! Y encima conozco a muchos tipos tan mezquinos que además de comprar todos los números de las personas de su alrededor, luego además se van lejos, a un barrio cualquiera, en el que no conozca a nadie, a comprar un número que sea sólo suyo para que le toque únicamente a él y se chinchen todos los demás.

Pero lo que realmente se ha llevado la palma este año son las colas de la nueva sede de Doña Manolita. Desde septiembre, yo que paseo mucho por la zona, contemplo atónito que ha ido creciendo una cola tremenda que estos días bate todos los records imaginables. Incluso han tenido que poner guardias de seguridad para que los no creyentes en la lotería podamos circular.

El jueves pasado coincidió que pasé por el lugar en torno a las nueve, y descubrí asombrado que se había desatado una pelea a puñetazos, y la gente gritaba alteradísima. Un grupo de seis o siete agentes de la policía trataba de imponer el orden. Uno de ellos, al ver mi cara de estupefacción sonrió y me dijo que no era nada grave. "No te preocupes chaval, si esto pasa todos los días". ¡Pues sí que estamos bien! Resulta que lógicamente, a pesar de la enorme afluencia de público llega un momento en el que los dependientes tienen la humana necesidad de cerrar e irse a su cama a cenar y dormir, por lo que inevitablemente, en algún momento se debe cerrar. Pero claro, a ver quién se lo explica a los fundamentalistas que han hecho una cola de tres horas para adquirir sus décimos. Por eso todos los días se desata el  caos.

Intenté que uno de estos talibanes de los sorteos me explicara su devoción, pero fue como discutir con el Ayatollah Jomeini sobre la Jihad. Cuando le pregunté por qué echaban la tarde esperando a la intemperie para comprar un décimo su respuesta fue que en años anteriores habían tocado muchos premios en ese establecimiento. "Pero la probabilidad de que toquen es la misma para todos los números, ¿por qué no se va a comprar a la administración de su barrio y seguro que le atienden enseguida", traté de explicarle, pero el hombre me tachó de 'cientifista'. "Eso no es verdad. ¿Cómo van a tener todos las mismas posibilidades? Por ejemplo, es muy difícil que salga el número 00001, ¿no le parece?". "Sí, claro. Es tan imposible como que toque cualquiera de los demás, o como encontrar novia a mi edad", pensé, pero no se lo dije, porque se ve que la gente necesita algo en lo que creer...

Ya puestos, aprovecho estas líneas para comunicarle a nuestra Community Manager de DECINE21, una rubia impresionante que se llama Gema, que quiero un décimo, ya que es la encargada de comprar la lotería de nuestra empresa... Sí, claro que no me gusta jugar pero, ¿y si les toca a los demás y a mí no?

viernes, 25 de noviembre de 2011

Donde dije Viggo (Mortensen) digo Diego (Alatriste)

Hace un par de semanas tuve la suerte de poder ir a verle en el teatro, en El Matadero, en Madrid, donde lleva a cabo un mano a mano con Carmen Elías. Presagiaba que Mortensen lo tenía difícil, porque había visto sobre las tablas varias veces a la Elías y es una bestia parda. ¡Pensaba que se lo iba a comer con patatas! Y es que Mortensen en el cine está muy bien, es lo suyo, pero no nos engañemos... el teatro es otro mundo, es muy difícil. Creo que fui porque ya me había visto casi toda la cartelera. Pues resulta que el hombre aguanta el tipo bastante bien. Me pone un poco nervioso su propensión a elevar la mano como si le fuera a asestar un espadazo a alguien, en plan Aragorn, pero por lo demás, realiza un trabajo excelente.

Protagonizan estos dos monstruos "Purgatorio", terrorífica obra de Ariel Dorfman, el de la no menos inquietante La muerte y la doncella, y que va sobre el mismo tema, la dificultad de perdonar al agresor. Se ve que Mortensen le ha cogido el gustillo al psicoanálisis, pues ha interpretado a Sigmund Freud en Un método peligroso, que se estrena hoy, y en este 'freudiano' montaje encarna (al menos aparentemente, en un primer momento) a un doctor que trata a una mujer, ingresada en lo que parece un sanatorio mental, después de haber cometido un acto atroz. Hasta el 18 de diciembre...

Pero lo que realmente me interesa es la dimensión humana de Mortensen. ¡Qué gran tipo! Puedo contar más de una anécdota genial, pero me conformo con recordar lo que me han contado hace poco. Una simpatiquísima taquillera (no cito nombres) de una céntrica sala madrileña descubre que ha ido a comprar una entrada Viggo Mortensen, cuya novia, famosa en el cine español, actuaba precisamente allí, en una versión (muy flojita, ciertamente) de una célebre obra. 

Posiblemente, Mortensen podría haberle pedido una invitación a su pareja y punto pelota. Sin embargo, insistía en pagar, como todo hijo de vecino. La taquillera le reconoció, y sonriente, le entregó una invitación gratuita. "¿Cuánto le debo?", dijo Mortensen con su alegre acento argentino. "No, no, nada, está usted invitado", le respondió la taquillera. La estrella de Hollywood le da las gracias cordialmente, se va, ¡y a los diez minutos regresa con un helado para la taquillera! Insistió en que se lo cogiera, pese a que ella le dijo que estaba de régimen, así que le endulzó la tarde. En fin, yo de mayor quiero ser Viggo Mortensen.

Siento haber divulgado esto públicamente. Pero la culpa es de la que me lo ha contado. ¡Tened cuidado con lo que le decís a uno que publica un blog!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Arthur Christmas": Todos con Aarman

No hemos acabado noviembre, pero ya está aquí la Navidad. Ya hace un par de semanas que han puesto los turrones en el supermercado, en la Puerta del Sol están instalando ese horrible abeto artificial de Agatha Ruiz de la Prada, y desde septiembre si pasas por Callao no puedes evitar asustarte ante la pantagruélica cola para comprar loterías en la nueva ubicación de Doña Manolita, aunque esto último es tan surrealista que merecerá su propia entrada en este blog.

Confieso que hace mucho me encantaban estas fiestas hasta que el agobio consumista ha acabado con mi paciencia y con mi espíritu navideño hasta el punto de que se me conoce como Juan Luis Scrooge. Cuando los fantasmas de las Navidades pasadas y compañía ya se estaban planteando hacerme una visita para decirme un par de cosas, la compañía Aarman ha logrado el milagro de devolverme las Navidades.

Nos deslumbraron con los cortos de Wallace y Gromit y con joyitas como Creature Comforts, pero la empresa británica no había tenido mucha suerte con su salto a los largometrajes. Aunque Evasión en la granja no fue mal, poca gente fue a ver Ratónpolis y Wallace & Gromit: La maldición de las verduras, lo que motivó que Universal les diera la patada.

Ahora, aliados con Sony, estrenan Arthur Christmas: Operación regalo, por fin una película navideña tronchante y llena de imaginación. Aunque a nivel técnico, Pixar ha seguido apabullando con Cars 2, me atrevo a decir que a nivel global la cinta de Aarman es la mejor en el campo de la animación del año (o casi, casi). ¡Por una vez que Lasseter y compañía bajen al puesto 2 no creo que anden demasiado preocupados!

Es curioso que la compañía Aarman, que se ha visto obligada a rodar con animación digital en lugar de usar la 'stop-motion', especialidad de la casa, reivindique en la trama la calidez de los métodos tradicionales –los renos– frente a la la sofisticación. ¡Lo han hecho con mala leche, sin duda! Ellos logran también algunos momentos emotivos, así que por una vez, las gafas del dolor del 3D sirven para algo: para tapar los lagrimones de los espectadores más sensibles.

lunes, 21 de noviembre de 2011

"Amanecer. Parte 1": Pero, ¿qué se inyecta Stephenie Meyer?

Además de criticar mucho a Stephen King para que me pongan a caldo sus fans, también me encanta arremeter contra las diferentes entregas de Crepúsculo, pues luego me ponen comentarios ofendidísimas seguidoras adolescentes que inspiran 'ternurita'. Para seguir incordiándolas, fui a ver Amanecer (Parte 1), pensando que sería tan aburrida como las cintas que la preceden, y he alucinado en colorines...

En la cola, una de las apasionadas me preguntó si yo era 'tin' Edward o 'tin' Jacob, y le respondí que era más bien 'tin' Burton y 'tin' Robbins.

El comienzo es muy aburrido. Una hora de despedida de soltero (sin stripper, eso queda claro), boda, luna de miel en isla paradisíaca, etc. Es posible que como no ocurría nada interesante me quedara dormido, pues dicen que cuando te pasa eso en el cine, sueñas que sigues viendo la película y tienes la sensación de que no te has perdido nada. Eso explicaría lo que creí ver después...

Atención: ¡SPOILER total! No sigáis leyendo si no habéis visto la peli o leído el libro y pretendéis hacerlo alguna vez. ¡Aunque igual lo soñé todo y no es un SPOILER! Cualquiera sabe.

Para empezar, Bella anuncia que ha pensado en ponerle a su hija un nombre que combine el de su madre, Renée, con el de la madre de Edward, Esme, así que a la pobre chavala le va a tocar llamarse 'Renesme'. No sé si en inglés 'Renesme' suena bien, en español no mucho. Menos mal que las abuelas no se llaman 'Tomasa' y 'Recesvinta', porque la habría puesto a la desgraciada 'Recesvintomasa'.

Durante el parto, el bebé tiene una placenta muy dura, de forma que Edward se ve obligado a morderla, en plan Tom Cruise, para que la criatura pueda nacer... Surrealista.

Además, Edward hace gala de una peculiar forma de convertir a Bella en vampira. Saca una jeringa gigante y le dice a Jacob que le va a inyectar directamente en el corazón su ponzoña. Al parecer, en vez de saliva debe tener ponzoña, una especie de veneno, y eso es lo que convierte a los otros en vampiros... Curioso, sí señor...

Pero vamos al grano... Resulta que en realidad toda la saga es una manera de hacer mucho ruido (y vaya si ha sido sonada) de cara a divulgar entre los adolescentes que lo romántico, lo que mola, es no practicar el sexo hasta después del matrimonio. El mensaje parece sincero, pues la Meyer es ferviente seguidora de la fe mormona. Yo eso lo respeto. Bienintencionada es la mujer, sin duda. Pero tanta preocupación por la moralidad, por señalar el camino a los chavales y tal, y luego sugiere cosas bastante más chungas que las que quiere evitar.

Jacob, el hombre lobo, se siente asqueado la primera vez que ve a la tal 'Renesme'. Pero luego se queda prendado del bebé que ha tenido su adoradísima Bella, que se suponía que era el amor de su vida, con su competidor. Según la peli, Jacob se 'imprima', lo que al parecer significa que se queda pilladísimo y que va a ser su pareja... El director, Bill Condon, mantiene la elegancia, pero desde luego esto es un tanto oscuro. ¿A vosotros os parece normal? Todo es tan malo, que más que escandaloso e irritante resulta disparatado. 

Niños, no practiquéis sexo antes del matrimonio, y no toméis drogas, haceros estrellas de la literatura juvenil y os las darán gratis...

viernes, 18 de noviembre de 2011

Stephen King: El tamaño sí importa

Estos días me he leído un libro de Stephen King, "Todo oscuro, sin estrellas", que en principio es el último publicado en España, aunque me hago un lío... ¡Como los fabrica en serie y tiene tantos! Y eso que dijo hace unos años que se iba a retirar, porque estaba bastante fastidiado el hombre con las secuelas del fatal atropello que sufrió. Juró por sus muertos que al menos se contendría un poco, pero después de éste ha escrito "11/22/63", "Mile 81" y "La Torre Oscura: The Wind Through the Keyhole". ¡Qué bien que haya bajado el ritmo!

¿Por qué me cojo para leer un libro de King con lo mucho que se publica en España? ¿Masoquismo? Se debe tener en cuenta que los últimos libros que me gustaron de King son del 86-87, o sea cuando escribía "It", "Los ojos del dragón" y "Misery". Desde entonces, y para expresarlo claramente: ¡La madre que le parió! Disfruté, eso sí, de su autobiografía, "Mientras escribo", donde en un arrebato de sinceridad confirma que redactó "Cujo" bajo los efectos del alcohol y ni se acuerda de ella. Igual es que no la escribió él, cualquiera sabe.

La razón de que haya elegido este libro es muy sencilla. Cuando escribo de King me ponen comentarios numerosos apasionados del hiperactivo de Maine, visiblemente indignados. Nunca me he metido con nadie en este blog que suscitara tanta pasión... El caso es que soy un poco malvado y decidí que me terminaría el último troncho de King para poder despacharme a gusto.

El plan no ha salido bien, porque ha ocurrido algo completamente inesperado... Resulta que me ha gustado. ¿Estoy borracho yo también como King en sus peores años? No, lo cierto es que no, creo que la clave está en que se trata de relatos cortos.

Se piensa el creador de tochazos King que un libro es mejor cuanto más pese, sólo así se explica "Apocalipsis", que creo recordar que tenía más de mil páginas. Le sobraban 990. Sin embargo, sus nuevos relatos duran lo justo, y sin ser originales (creo que debió ver en la tele Bonnie and ClydeLa extraña que hay en ti y alguna película más y a partir de ahí ha hecho un refrito), sí que logran mantenerte en tensión, y bastante. Por ejemplo, en uno de los cuentos una señora, en apariencia felizmente casada, descubre que su marido tiene un cajón secreto en un lugar del garaje, y decide abrirlo... Se encuentra algo muy extraño, ¿a qué dan ganas de saber lo que es y seguir leyendo? ¡Pues eso ocurre con el libro! En fin, no es que vaya a revolucionar la literatura pero es poco habitual de un tiempo a esta parte encontrarse con un King entretenido.

El que más me ha gustado es el que ocupa menos, unas 40 páginas. El tamaño sí que importa, Stephen, pero en tu caso al revés. Escribe microrelatos, que seguro que son 'la caña': "Y cuando desperté, Carrie y un dinosaurio todavía estaban allí".

En fin, este libro además, ha recuperado una venada salvaje inédita últimamente, pues es un poco 'gore'. Me da a mí que igual lo ha escrito su hijo, Joe Hill, que está más en forma, pues puede que sea tan prolífico como él, y si escribe mucho material se habrá visto obligado a adoptar un pseudónimo. Lo mismo ha escogido el nombre de Stephen King, que vende mucho... ¡Y todo queda en familia!

Por favor... ¡seguidme en Twitter! Es triste de pedir, pero más triste es de robá... @cinedeterror 

martes, 15 de noviembre de 2011

Carta a mi amigo Piti sobre Tintín

¡Hola, Piti! ¿Cómo va eso? ¿Los hobbits bien? ¡Anda que no te quejarás, que me han dicho que está llegando el verano allá a Nueva Zelanda, y que hace una temperatura de lo más agradable! ¡Y nosotros aquí pelándonos de frío! ¿Qué tal Fran y los chavalines? ¡Dales muchos recuerdos!

Mira, tio, te comento una cosita... Como sé que estás muy 'pillao' de curro con la Tierra Media de las narices, he pensado que mejor no te llamo, sino que te lo cuento aquí. Como sé que de vez en cuándo lees mi blog para ir practicando el español, seguro que te encuentras este post.

Hace poco estuve viendo el Tintín que nos ha hecho el tío Stevie, y mira que el hombre se lo ha 'currao', ¿eh? Y toda la peña parece encantadísima. Pero yo, no sé, tío, no le acabo de ver el punto. Hablaba hace poco con otro colega, Álex Bassas, de la Librería del Espectáculo, que por cierto, me dice que a ver cuándo quedáis para tomaros unas cañas, y me dio la clave. Me dijo que el tío Stevie se tenía que haber tirado el rollo y haber rodado la peli en imagen real. ¡Con dos narices!

Entonces yo pensé que se habría parecido menos al cómic, claro, y que igual a los tintinófilos les habrían entrado ganas de zurrarle la badana, pero, aunque no recordara a los tebeos, ¿qué más daría? ¡Porque sería una pelí morrocotuda! Imagina esa planificación del tío Stevie, a Daniel Craig acosando a Jamie Bell, persecuciones trepidantes, y esa música tan guapa que se ha marcado el agüelillo Johnnie. ¡Sería la bomba! Ya puestos se le pueden cambiar los nombres a los personajes y sería otra cosa.

Digo yo, ya que estás en el ajo. ¿No podrías hacer algo con El tesoro de Rackham el rojo? Por el mismo precio, como tienes que rodar a los actores antes de la captura de imagen, para reconvertirla en esos fantasmagóricos y fríos monigotes, podrías hacer también una versión normal de la peli...

Sería un poco como el Cola-Cao, que se puede comprar en versión light megaguay, en versión soluble instantánea y en su formato de siempre, de ése que no se disuelve ni de broma en la leche, pero que tantos recuerdos nos trae. Imagínate, ahora mismo se puede ver Tintín en 3D para los ultramodernos, en 2D para los menos modernos, y para los carrozas como yo, el próximo Tintín se podría ver también como una peli de toda la vida, de ésas que tanto nos gustaba ver en los cines. ¿Qué me dices, tron? ¿Te mola la idea? 

viernes, 11 de noviembre de 2011

Y la presentación de los Oscar va para... ¡Billy Crystal!

No me han hecho caso finalmente. Aunque pedía en mi entrada anterior que los presentadores de los Oscar de este año fueran los Teleñecos, se ve que mis humildes líneas no han logrado seducir a los miembros de la Academia de Hollywood, que a pesar de mis recomendaciones han preferido contratar como anfitrión a este año a Billy Crystal.

Aunque echaré de menos a la rana Gustavo, para qué negarlo, lo cierto es que Crystal es una buena elección. Me hacen gracia sus chistes. Al enterarse de que le fichaban ha dicho: "Que bien que voy a hacer los Oscar, así la mujer joven de la farmacia dejará de preguntar mi nombre cuando voy con las recetas".

Crystal me trae buenos recuerdos de aquellas noches en vela, para ver los Oscar. ¡Qué bueno cuando se vistió de Hannibal Lecter para reírse de Anthony Hopkins! Por aquel entonces los presentadores de la gala no parecían estar muy conformes con su cometido, y venían a comentar más o menos que la gala estaba hecha para pazguatos, ante el asombro de los pazgüatos que estábamos levantados a las 4 y media de la mañana para que nos insultaran.

"Sí, hijo, el amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizás los bocadillos de cordero", decía su personaje en La princesa prometida, aunque quizás su papel más recordado es el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally:

-Cuando acompañas alguien al aeropuerto es porque estás al principio de una relación, por eso yo nunca acompaño a nadie al aeropuerto al principio de una relación.

-¿Por qué?

-Porque las cosas se complican y dejas de acompañarla al aeropuerto y a mí no me gusta que ninguna mujer pueda decirme: Ya no me acompañas al aeropuerto como antes, mi amor...

Además, seguro que los que tengan mi edad flipan con las siguientes frases: "Esta es la historia de dos hermanas, Jessica Tate y Mary Campbell. Jessica vive en un barrio digamos, rico. Jessica ama la vida. Lo único que añadiría a la vida si pudiera, sería un fondo musical. Los Tate tienen incluso más secretos que dinero. Mary también ama la vida, pero desgraciadamente, la vida no parece estar loca por Mary. Como ven, los Campbell no tienen tanto dinero como los Tate. Lo que si tienen, en cambio, son tantos secretos como ellos".

En fin, viva Billy Crystal, y paro ya de escribir entradas nostálgicas, que esto en lugar del blog "Artículos de coña" empieza a parecer "Que tiempo tan feliz". Tengo que aprender a vivir en el presente, en el 11 del 11 del 11.

¿Conseguirá Jodie cambiar de sexo? Esto, perdón... ¿Conseguirá Crystal revitalizar los Oscar? ¡Todas estas respuestas y muchas más en el próximo episodio de los premios de la Academia, el 26 de febrero...



jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Queremos que los Teleñecos presenten los Oscar!

La gala de los Oscar del año pasado se presentaba prometedora, pues el productor Bruce Cohen (oscarizado por American Beauty) prometió que iba a modernizar el evento. Luego resultó que lo único que hizo fue incorporar el show a las redes sociales, lo que provocó que James Franco estuviera más pendiente de hacer comentarios en Twitter que de sus labores como presentador, mientras que su compi, Anne Hathaway, se cambiaba continuamente pues lució hasta ocho modelitos, pero como conductora de la gala resultó ser más sosa que Belén Esteban dando una conferencia de física nuclear.

Para colmo de males, los guionistas tenían menos sentido del humor que la suegra de Terminator. Gwyneth Paltrow se anotó el tanto de convertirse en la peor intérprete de una canción nominada al Oscar de toda la historia. El coro de niños que cantaba al final "Over the Rainbow" mientras salían al escenario todos los nominados fue el sumun de la horterada... Para colmo de males, ofendieron a los fans de Jóvenes ocultos olvidándose de mencionar a Corey Haim entre los fallecidos del año, y ni siquiera hubo emoción en los premiados, todos absolutamente cantados, hasta el punto de que presentaron las diez candidatas a la mejor película con unas palabras de fondo que eran el discurso que daba el rey en El discurso del rey, que luego, oh, sorpresa, fue la ganadora.

Así las cosas, me sumo a los blogueros, tuiteros (@MuppetOscars) y usuarios de Facebook que se han unido en una causa común: ante la dimisión de Eddie Murphy, queremos que los próximos presentadores de los Oscar sean... ¡los Teleñecos! Ya que soy profesional del ramo y esa noche me quedaré despierto, al menos quiero morirme de risa con la rana Gustavo.

Los comentarios de los usuarios no tienen desperdicio. "No he visto los Oscar en años, pero no me perdería ni un minuto si lo presentan los Teleñecos", comenta un usuario. "No sólo los vería una vez, sino que los grabaría y los vería una y otra vez", explica un entusiasta.

La propuesta no es descabellada. Los Oscar se emiten en la cadena ABC, que pertenece a Disney, propietaria también de los Teleñecos de 2004...

Ya me froto las manos sólo con pensarlo. Imagino a Gonzo intentando seducir a Scarlett Johansson con sus chistes malos, a Peggy tratando de robarle el Oscar a Meryl Streep, a Animal comiéndose a Nicolas Cage para que no haga más películas malas... Y las interpretaciones de las canciones nominadas podrían ser de infarto, con Rodolfo al piano, y el resto montando el show...


lunes, 7 de noviembre de 2011

La jubilación a los 90 de Francisco Ibáñez y su Mortadelo

En 14 años como informador de cine he tenido la ocasión de conocer a grandes astros, como Cate BlanchettJ.J. AbramsGeorge ClooneyTom CruiseTim BurtonMorgan FreemanEdward NortonJames CameronDavid CronenbergAlain DelonWong Kar WaiRobert De NiroAl PacinoHugh Jackman,Arnold SchwarzeneggerHarrison Ford, etc. Pero a la hora de la verdad, el famoso que más ilusión me ha hecho conocer ha sido uno que me pillaba más cerca. Me consta que algunos de los que leéis este blog habéis tenido también la oportunidad de que os firmara alguna de sus obras.

Acudía a comprar verduras al supermercado de unos grandes almacenes del centro mucho menos ilusionado que cuando podía comprar comida grasienta (la edad no perdona). De repente comentan por megafonía que firma su último trabajo, “Jubilación... ¡a los 90!”, un insigne y destacado personaje. Se trata nada más y nada menos que deFrancisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón.

No es difícil encontrarse al barcelonés Ibáñez alguna vez en la capital del reino. A la Feria del Libro acude de vez en cuándo. Como forma grandes colas, y hay que estar allí un rato hasta que te toque, nunca lo había intentado. Además, no suelo pedir autógrafos, salvo en una ocasión en la que le pedí uno a Guillermo del Toro, porque el 'friqui' mexicano te firma y se dibuja a sí mismo.


Recuerdos de la infancia

Al enterarme de su presencia, me vinieron a la memoria dos de mis primeros recuerdos más significativos. El primero es del día en que mi madre me dejó por primera vez en un colegio, y me llevé un enorme disgusto cuando me abandonó como a Marco, que al menos tenía a su mono Amedio. Tenía tres años, pero era un trasto en casa y no me extraña que me llevaran al cole antes que a nadie. 


El otro es de cuando debía tener cuatro o cinco, y le pedía chucherías a mi padre, pero él me vino con dos tebeos de “Mortadelo y Filemón”. Recuerdo una mezcla de frustración por no haber recibido caramelos y de cierta fascinación por aquellos dibujos tan extraños de dos simpáticos personajes calvos. Mi padre me aseguraba que eran muy buenos. Gracias a haber sido cruelmente abandonado en el cole, lo cierto es que sabía leer y pude disfrutarlos.


Al acordarme de esto decidí subir a ver si había mucha gente. Al menos podría ver la cara de aquel tipo, que estimuló como nadie mi imaginación, y sin el cual ahora estaría trabajando en un banco, ganando un pastón, con la vida asegurada, como él antes de crear a sus famosos personajes.


No había mucha gente, por suerte no se había enterado casi nadie. Finalmente decidí quedarme, y cogí un ejemplar del nuevo tebeo, donde con su habitual sentido del humor Ibáñez critica que nos retrasarán la edad de jubilación. Para que los curritos puedan estar en forma y seguir trabajando a una avanzada edad, el profesor Bacterio inventa una pócima, con resultados desastrosos. Aparecen estrellas invitadas de auténtico lujo. La verdad es que a pesar del tiempo transcurrido, me seguía haciendo mucha gracia aquel tebeo.


Cuando al fin me tocó que me atendiera Ibáñez, fue alucinante... ¡Vaya crack! A quien no le conozca, si tiene ocasión, le recomiendo que espere la cola. El hombre está en plena forma a sus 75 años, ilusionadísimo, pintando muñecos a sus seguidores con una sonrisa y haciendo gala de gran vitalidad.


-Aquí donde me ve, sigo sus tebeos desde hace 35 años –le dije finalmente– y aunque se supone que ya soy adulto, cuando he visto la nueva portada me moría de la risa...


-¿Sólo 35? -me contestó él-. ¡Pues eso no es nada! ¡Yo llevo 50 años haciéndolos!


Para mi alborozo se puso a dibujarme un muñecajo de Mortadelo.


-Esperemos que usted no se jubile. Ni a los 90 ni a ninguna edad...


-Uy, eso quisiera yo... ¡Pero no me dejan! Cuando intento sacar el tema me cambian automáticamente de conversación. Me tienen casi encadenado a una mesa haciendo monigotes.


Me entregó el cómic dedicado y me estrechó la mano. En algún lugar de mi interior, el niño que fui una vez se siente extremadamente feliz.

jueves, 3 de noviembre de 2011

"Eva", insólita cinta española con buen target

Me encantan los periodistas y críticos de cine. En general funciona muy bien aquello de 'no dejes que la realidad te estropee una buena noticia”. Por lo visto, decir que Eva es una buena película de robots española se queda corto, parece insulso. No tiene emoción. Es mucho más apoteósico decir que Eva es... ¡la primera película española de robots! Muchos son los que han usado esas palabras.

Yo no digo que nos remontemos a Supernova, que era muy mala, y es del 93 (los años oscuros, ¡antes de que se existiera Facebook!), con Marta Sánchez interpretando a un robot, pero Planet 51 es de hace muy poquito, y el robot sonda tipo Wall·E que salía tenía su encanto. Sólo los más friquis recordamos con cariño al robot con el que se enfrentaba Supersonic Man, en el inenarrable film de Juan Piquer Simón, que era la respuesta hispana al Superman de Richard Donner y que posiblemente sea la película con peores efectos especiales de la historia.

Había un robot sacerdote si mi memoria no me falla en Acción mutante, el debut de Álex de la Iglesia. Y el abuelo de los protagonistas, estrambótico dúo de cantantes infantiles de la España de los 80, era un científico loco con robot, en la bizarra Las aventuras de Enrique y Ana.

Pero en fin, se ve que los periodistas son como los políticos, carecen de memoria, sobre todo los que han escrito críticas sin mencionar el film 2001: Una odisea del espacio, pues la peli es un perfecto atraco a mano armada a Stanley Kubrick, ¡hace falta tener los ojos completamente cerrados para no verlo!

Confieso que me pillé un cabreo con una secuencia originalísima en la que un robot lee a distancia los labios de dos humanos que conversan (¿os suena de algo?), y que todo es más predecible que jugar a piedra, papel y tijera, con Eduardo Manostijeras. Pero justo es reconocer que tiene su mérito rodar ciencia ficción en España y que nadie salga huyendo de la sala como alma que lleva el diablo.

Pero a mí lo que más me ha gustado de Eva es su target... ¡Uno de los más amplios de las producciones españolas recientes! El cine son cuatrocientas butacas que llenar... Le pese a quien le pese, si nadie quiere ver cine español, no habrá cine español. Pero en la cola de Eva había friquis de la ciencia ficción, señoras que miraban con ojos de deseo a Daniel Brühl, obsesos encantados de ver en pantalla a Marta Etura (en ese grupo se me debe incluir a mí) y hasta curiosamente familias con niños atraídas por el cartel tipo película de Parchís. El caso es que atrae a mucha gente... ¡Si no se hubiera estrenado el mismo día que Tintín habría dado mucho dinero!


Target de algunas películas recientes del cine español

La voz dormida. Revanchistas y nostálgicos de la Guerra Civil que no hayan visto Las 13 rosas.

La piel que habito. Postmodernos con ganas de poner a caldo a Almodóvar.

Capitán Trueno y el santo grial. Pobres ilusos que a pesar de que sabían lo mala que iba a ser no podían dejar de ver cómo han masacrado a su personaje favorito de las viñetas.

Fuga de cerebros 2. Descerebrados cuyo cerebro se haya fugado.

No lo llames amor, llámalo X. Descuidados que se han equivocado de sala al elegir la película.

Dispongo de barcos. El director. La madre del director también formaba parte del target hasta que se enteró de qué iba.

Los pasos dobles. Psicópatas en fase terminal.

lunes, 31 de octubre de 2011

Oda a la 'cocreta' congelada

Lo primero que me gustaría comentar es que hice una versión inicial de este artículo donde escribía 'croqueta' en lugar de 'cocreta'. Me resultaba gramaticalmente correcto pero falso e irreal Me tocaba las narices el término porque no conozco a nadie en el mundo que diga 'croqueta', así que a partir de ahora usaré la otra palabra. Me da igual si marco tendencia y la Academia de la Lengua me hace caso dentro de 60 años o que me ignoren.

Me viene a la mente la experiencia de comer una cocreta congelada. Está basada en una obra maestra de la cocina internacional apreciada por todos, es una buena muestra de la tecnología alimentaria más avanzada, técnicamente impecable y recuerda lejanamente a una cocreta de verdad, un elemento importante de nuestra vida que recordamos desde la infancia.

Puedes decirle al que coma contigo que os han salido bastante bien y que están muy sabrosas. Incluso escuchas la voz de algún apasionado: "¡Son las cocretas más espectaculares que jamás ha fabricado esa marca!". Tienen textura de cocretas y cosechan un enorme éxito en los supermercados. Mientras la saboreas, te retrotraes en cierta forma a intensos momentos de tu infancia, cuando te dejaron una huella imborrable.

Esperanza frustrada

Pero mientras te las comes, vamos a ser francos, notas que algo falla, que las cocretas congeladas son insulsas. Parece que estás masticando comida de plástico. ¡Qué narices! ¡No son cocretas de verdad ni de broma! Y eso que tú pones todo de tu parte para autosugestionarte, y disfrutar de la experiencia. "Estoy comiendo una que es auténtica" te repites una y otra vez, con la esperanza de que funcione, pero no te lo acabas de creer.

Y si pasas un rato masticándolas pueden llegar a agotar. Son pastosas y aburridas. ¡Demonios! ¿Cómo se le puede llamar a eso cocretas? Si las hubieran puesto otro nombre, no habrían traicionado tus expectativas e igual no te decepcionarían tanto. ¡Que las denominen de otra forma! Ya sé: podrían llamarlas 'croquetas'.

¿Qué tiene que ver ese producto industrial, que anuncian hasta el agotamiento en todas partes, con aquellas preparadas a mano y con cariño? Recuerdas que llegaron hasta ti sin hacer ruido, y que te hacían sentir único y especial.

Soy un gran fan de las cocretas, de las de verdad. Cuando me fui a vivir solo les hice una foto a las cocretas de mi madre y la colgué en el salón. Hubiera sido mejor quedarse con el recuerdo de aquéllas, y no recurrir a las congeladas. ¡Qué memorables veladas comiéndolas, compartiéndolas con los hermanos, comentando la grata experiencia, sintiendo a ratos suspense, a raudales, porque uno no sabe muy bien nunca de qué va a ser una cocreta... Pero al final la historia siempre acababa bien!

Uy, ¿yo no iba a hablar de cine y de algún estreno en concreto? Es igual, no será una peli que deje mucho poso y se me ha ido de la cabeza.

viernes, 28 de octubre de 2011

Asustado ante la visita de David Cronenberg

La próxima semana llego a la cumbre de mi carrera profesional. Como este blog no lo lee nadie, os puedo contar 'off the record' que me han concedido una entrevista con el mismísimo David Cronenberg, que visita Madrid. De ahí ya iré para abajo, claro, posiblemente muy pero que muy abajo... Por un lado es más que interesante que me haya concedido una entrevista uno de los realizadores más creativos, personales y sobre todo arriesgados de las últimas décadas. Pero también es verdad que sus películas dan 'mal rollito' hasta límites insospechables.

Por ejemplo, Cronenberg está a la cabeza de la brutalidad en el cine. Vamos, que a los diez minutos de empezar Scanners, Michael Ironside hacía que le explotara la cabeza a un tipo...

Él mismo interpretó a un más que convincente psiquiatra psicópata en Razas de noche, donde Clive Barker demostró una enorme habilidad para el casting.

Viene además a presentar Un método peligroso, que en su línea, acerca al espectador a lugares de su consciencia que no querría visitar, y en la que dos de los personajes mantienen una relación de sadomaso y placer a través de la humillación.

¡Qué miedo! Además tiene un aspecto siniestro, ¿me dejarán a solas con él?

Lo peor es que Cronenberg no sólo nos mantiene pegados a la pantalla, sino que también ha pegado a una actriz, según la rumorología. Pensaba que era una leyenda urbana, pero al documentarme para hacer la entrevista he descubierto que no, que pegaba a la actriz habitualmente, y lo cuenta como si tal cosa, como el que cuenta que pintaba las paredes de su casa. ¡Alegría!

¿Intentará atizarme David Cronenberg?

Éstas son las declaraciones de David durante una conferencia en la Cineteca Nacional de México donde cuenta la curiosa historia:

¿Es cierto que Cronenberg ha pegado a una actriz?

"He golpeado a Susan Petrie. Eso sucedió porque ella me lo pidió y me gusta consentir a mis actores…

Ella era una actriz canadiense, muy popular, muy hermosa y una muy buena actriz. Vinieron de dentro de... fue mi primer largometraje. Había hecho películas underground antes pero nunca había hecho una cinta profesional con todo un equipo técnico. Estaba trabajando con actores profesionales que tenían más experiencia que yo. Llegó un momento en que teníamos que hacer una escena donde su personaje debía llorar y ella me dijo que tendría que golpearla. Le pregunté por qué y me dijo que porque no podía llorar, era una película muy importante para ella, con un personaje sexy, algo superficial, y se trataba de una escena muy emocional. Dijo que no tenía la técnica actoral para llorar y que por eso quería que la golpeara.

Yo no quería hacerlo, pero di la orden a los técnicos de preparar todo y entonces ella y yo fuimos a otro cuarto y todos se preguntaban dónde había ido la actriz. Escucharon los golpes y entonces ella salió llorando. La primera vez que le pegué me dijo que le tenía que pegar más fuerte, que no le estaba haciendo nada, y eso era porque yo no quería golpearla. Ella salió llorando y los técnicos no daban crédito porque nunca habían visto que yo hiciera algo semejante, no suelo gritar en el set. Se acostumbraron pronto porque había muchas escenas donde ella lloraba y llegaron a verlo como algo normal, decían: “Ah, sí, tiene que llorar otra vez, pégale y vamos a hacer la escena”...

Entonces la actriz Barbara Steele llegó para hacer sus escenas. No sé si conocen a Barbara Steele. Ella hizo muchas películas de terror, trabajó con Fellini… Mide alrededor de 1.80, es una mujer muy hermosa. Llegó al set para hacer una escena con esta actriz, y no había tenido la oportunidad de visitar el set con anterioridad. Antes de que hicieran la escena, le dije: “Espera un momento, Barbara” y empecé a golpear a Susan hasta que ella empezó a llorar y se sentó junto a Barbara para hacer la escena. En ese momento Barbara dijo: “Basta, dejen de filmar” y me agarró, porque es muy alta, es más alta que yo, y dijo “Nunca había visto algo tan horrible en toda mi vida. He trabajado con Fellini, con grandes directores y nunca había conocido a un director tan cruel.” Entonces yo le dije que por favor no me pegara, le expliqué que Susan me había pedido que lo hiciera. Barbara preguntó “¿En serio?”, le dije que sí, y ella dijo: “¿y yo tengo que llorar en alguna escena?”.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El capitán Trueno y la santa Academia

Normalmente leer las noticias suele ser duro, sobre todo la sección de política y la de economía. ¡Que pena que éste no sea el lugar para hablar de eso porque sino iba a poner a caldo a unos cuantos! Sigo soñando como la entrañable Mafalda, con que un día cogeré el periódico y el titular será que se ha declarado la paz mundial... Al menos cierta panda de asesinos deja las armas...

El caso es que la prensa últimamente se ha vuelto surrealista. Leer las noticias hoy ha sido todo un show.

Empecé con Pablo Motos, que decapitó a Dani Martín en su programa y aunque lo hicieron con efectos especiales, han tenido que pedir perdón a los fans, explicando que era una broma. Yo no le decapitaría, pero sí habría que atarle y amordazarle como a Asurancetúrix, que seguro que a su lado canta como Pavarotti.

Un avión de Ryan Air, la compañía de bajo coste en la que suelo volar, tenía una ventana sellada con cinta adhesiva. También me ha llamado la atención la poca mano que tiene Alejandro Sanz para el twitter. Una fan le pidió que 'retuiteara' un comentario en apoyo a los familiares de Marta del Castillo, y el inspirado cantante escribió: "Que mania tenemos de juzgar antes de que lo hagan los jueces.. Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario". Confundía a la pobre chica asesinada, con Marta Domínguez, acusada falsamente de dopaje... Aún se están riendo deJorge Sanz, ¿o era Alejandro Fernández? No sé, a esos sí que yo les confundo: me parecen todos iguales.

Igualmente a través de Twitter, Arturo Pérez Reverte ha dicho que La reina del sur es una bazofia. Y tiene razón, a pesar de que el hombre sólo se refería a la versión televisiva, que califica como una "caspaserie (...), cutre y llena de errores intolerables" y de "disparate infumable".

El Capitán Chispita y González Macho

Aunque hablando de "disparates infumables" y de sinceridad a ultranza, alucino con las declaraciones de Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine, que tras recibir la Espiga de Honor en el festival de Valladolid dijo que El capitán Trueno y el Santo Grial es "un pestiño". La verdad es que el hombre fue bastante franco: "Los que hemos leído los tebeos de niño esperábamos algo muy fuerte, como Tintín, que seguro que es la bomba. La gente se olió que era un pestiño".

A la productora de la película le ha sentado fatal, y no ha tardado en emitir un comunicado. "Parece que represente a la Academia de Hollywood al menospreciar a una película española frente a una americana". Es justo reconocer que tienen algo de razón, pues hasta ahora nunca he visto a Tom Sherak, el presidente de la Academia americana, salir diciendo que Con derecho a roce es un tostonazo.

En vez de rectificar, González Macho se defiende. "Si digo que el film es grande, cualquiera pensaría que soy gili****". Bueno, claro y si Sherak dice que Cómo acabar con tu jefe es un peliculón sería todo un show, pero se calla elegantemente y punto pelota...

Salen a la luz estos días los trapos sucios del rodaje de Capitán Trueno, película que los técnicos conocían como "Capitán chispita", porque pensaban que nunca se estrenaría debido a que por lo visto la productora dejó numerosas facturas sin pagar, y algún actor estuvo a punto de marcharse porque no recibía su salario. Se anunció un pase para la prensa, pero luego misteriosamente lo anularon, por 'problemas técnicos', lo que olía a que se lo habían pensado mejor...

El arranque de la película es correcto, pero luego parece que se quedaron sin un duro y rodaron secuencias de los actores dialogando, peleas cutres siempre con los mismos especialistas, y los personajes llegando a pueblos que luego no salen porque no hay pasta para reconstruirlos...

El caso es que en mi humilde opinión, González Macho debería rectificar y decirles a los de su entorno en voz baja, en plan Galileo: "Y sin embargo, es un pestiño".

martes, 25 de octubre de 2011

Sustos con "Paranormal Activity 3": el legado de Michael Landon

Me fui al pase de prensa de Paranormal Activity 3, más bien con una actitud tipo 'alguien tiene que verla para comentarla en DECINE21' que con auténtico entusiasmo. Terceras partes nunca fueron ni 'pasables', y hasta las sagas que han mantenido más alto el listón tenían sus 'ewoks' o sus 'sophias coppolas' para amargar la fiesta. Además, se debe tener en cuenta que desde el principio ha sido poca cosa la franquicia que consiste en mirar durante minutos interminables a los protagonistas durmiendo hasta que se abre sola una puerta.

Pero cuando tus expectativas están bajo mínimas, a veces te llevas ciertas sorpresas. Desde luego la cinta es mejor de lo que esperaba, sobre todo por el talento visual de los jóvenes realizadores, Henry Joost y Ariel Schulman, que hasta ahora habían rodado algo llamado Catfish, al parecer un documental que ha debido gustar mucho en su pueblo.

Como cabía esperar, Paranormal 3 es más de lo mismo, una precuela que cuenta lo que pasó cuando las protagonistas de las anteriores cintas eran unas niñas. Te tienes que creer que en esa familia todos son fanáticos de las cámaras, pues su padre casualmente trabaja grabando bodas y bautizos, y también ante una serie de fenómenos extraños llena la casa de cámaras, aunque en esta ocasión la originalidad es que filma con el VHS de los 80.

Pero a Joost y Schulman se le dan bien los sustos, así que estuve viendo la película como el que está en una montaña rusa, botando de un lado para otro. Funciona, al menos si se ve en las condiciones adecuadas, en un cine, y en versión original. No tengo ni idea de si visionada de otras formas tendrá algún interés, posiblemente no, pues no es una cinta de diálogos o personajes.

El hijo de Michael Landon

El guionista de esta entrega y de la anterior debe saber mucho de terror, pues se trata de Christopher B. Landon, nada menos que el hijo de Michael Landon, actor que nos traumatizó en nuestra infancia. Fue el padre tan perfecto, bondadoso y tan tremendamente honrado que daba grima de La casa de la pradera, y el ángel más empalagoso del mundo en la sentimentaloide y grimosa serie Autopista hacia el cielo. Quizás es el único personaje de mi infancia que me resultaba aún más asqueroso que Torrebruno.

De Landon padre siempre recordaré con cariño que escribió y dirigió una peli de mi infancia, por lo visto autobiográfica que se titulaba El corredor solitario. Iba de un muchacho que a los 13 años tenía un problema de incontinencia y se orinaba en la cama. Su madre le avergonzaba colgando las sábanas mojadas en la ventana, por lo que él tenía que salir corriendo y esforzarse por ser más rápido que nadie para poder descolgarlas. Tanto corría, tanto corría que al final se hace atleta profesional.

jueves, 20 de octubre de 2011

¡Qué miedo da "American Horror Story"!

Una familia que se muda a una nueva localidad adquiere una suntuosa mansión por un precio notablemente inferior a lo que marca el mercado. ¿Por qué será? 

¡Efectivamente! ¡Ha habido un asesinato! ¡El anterior dueño se volvió loco y mató a su mujer y a sus hijos! Y como no podía ser de otra manera, ¡la casa está encantada!

Sí, efectivamente, la premisa de la nueva serie creada por Ryan Murphy no se puede calificar de 'originalísima'. Pero aún así, tenía puestas grandes esperanzas en el nuevo trabajo del hombre que revolucionó las series de cirujanos con Nip/Tuck: a golpe de bisturí("MacNamara/Troy, dígame, ¿qué es lo que no le gusta de su cuerpo?") y las series musicales con Glee("Voy a decir esto lo más amablemente que pueda, pero pareces una triste payasa vestida de prostituta"). Pues bien, no defrauda, ¡es sin duda la serie del otoño!

Para empezar, tiene a Jessica Lange, genial como vecina pesada, madre de una niña con Síndrome de Down a la que le da por colarse en la casa de los protagonistas para decirles, qué simpática, quién de ellos va a morir. Alguna secuencia da tanto miedo que yo la calificaría de lo mejor que ha dado el género últimamente. Y en conjunto la serie produce en los espectadores una extraña mezcla entre terror y risas. Por acumulación de mal rollo, a veces te partes, y también porque Murphy incluye en momentos muy chungas cosas que tienen mucha gracia ("¡vamos a morir pero no a manos de unos fantasmas, sino de unos friquis!").

La vida real

Por cierto, tras ver los primeros episodios de la hiper-truculenta serie me quedé tan intrigado que quise comprobar si en la realidad se cumple eso de que puedas comprar una casa a precio de ganga si ha habido un cadáver. Al otro lado de mi calle encontraron a un anciano que llevaba semanas muerto sin que nadie se diera cuenta (ese es el destino que me espera por ser solterón). Yo intentaba ver los episodios de CSI dirigidos por Tarantino, y de repente escuché sirenas y me encontré con el CSI en vivo bajo la ventana.

Ahora la venden, así que anoté el número y llamé. ¡Pero costaba una burrada, y eso que se supone que ha habido una crisis inmobiliaria! "¿Y no me haría un descuento por el muerto? ¿Y si está encantada?", le expliqué a la encantadora señorita que me atendió. "De eso nada, si está encantada nos tiene que pagar usted un plus por la atracción".

Por cierto, han sido un poco malvados a la hora de promocionar la serie en EE.UU. donde a algunos de los suscriptores de FX, el canal por cable donde se emite, les han mandado a su casa algunos de los 'bichos' del show... ¡Y encima luego te cuelgan asustado en YouTube!

martes, 18 de octubre de 2011

La Pre-cosa llega a los cines

Vi ayer la Pre-cosa. Es poca cosa. Es curioso que Hollywood resucite más o menos cada treinta años a los científicos enfrentados a un ser extraterrestre en el hielo, que provienen de un relato del escritor John W. Campbell Jr. Primero dio lugar a El enigma de otro mundo, de 1951, de Christian Nyby, con ayuda del mismísimo Howard HawksJohn Carpenter rodó el fascinante remake, La Cosa, en 1982. Han pasado como quien no quiere 'la cosa' otras tres décadas (¿en serio?), estamos en 2011, y el viernes se estrena en España La cosa (The Thing).

¿Viviré para ver la siguiente entrega que se estrenará en los cines alrededor del año 2041 cuando ya tendré 70 años y estaré un poco más calvo?

Esto que llega ahora a las pantallas es la Pre-cosa, o sea una precuela que se centra en la expedición noruega con la que topaban Kurt Russell y compañía al principio del anterior film. ¿Está bien la peli? Bueno... Los reducidos pasillos del refugio en la Antártida donde los que parecen humanos podrían no serlo, generan tensión, sin duda. Posiblemente, quienes desconozcan la cinta precedente quedarán fascinados. Los demás tendrán la sensación de que ya lo han visto todo, salvo por un par de aportaciones menores que no están mal, como cuando los protas tienen que buscar un nuevo método para descubrir quiénes no son imitaciones, o una secuencia de la nave de la criatura.

En cuestión de efectos especiales hemos retrocedido. Se echan de menos las maquetas, plásticos y maquillajes de los 80, sustituidos por sofisticadas infografías de última generación, pero que no dejan de ser dibujitos de ordenador pegados a la pantalla, que a algunos viejos carcamales nos sacan de la película.

Ronald D. Moore lidia con los productores

Ojalá que el guionista, Ronald D. Moore (creador de Battlestar Galactica, la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos), escribiera un libro algún día, contando cómo se gestó este proyecto y su relación con los productores. Ha debido ser todo apasionante.

-¡Qué buena idea, Ronald! ¡Una película sobre la expedición noruega de La Cosa, te damos luz verde!

-Pero oye, Ronald, habrá que contratar a un director noruego, ¿en Noruega se hará cine? Seguro que habrá alguno. Y que el reparto sea también noruego, sería la bomba.

-¿Sólo tenemos disponible a un director holandés? Bueno, ¡eso está al lado de Noruega! Estos actores daneses y británicos también son de por ahí, así que los incluimos en el reparto.

-Oye, Ronald, perdona que te demos la lata. Es que me han dicho que los noruegos no hablan habitualmente inglés, ¿cómo es eso posible? En la película pueden soltar alguna frase en su idioma, claro, cualquiera que éste sea, pero oye, que luego hablen en cristiano todo el rato, que sino no les vamos a entender.

-Mira Ronald, tu idea está muy bien. Pero hemos estado viendo la peli de Carpenter y los noruegos son todos tíos, barbudos...  Eso nos gusta, pero, ¿quién va a pagar por ver a tíos barbudos? ¡Queremos que la protagonista sea Mary Elizabeth Winstead, que está muy buena y es de Carolina del Norte! ¿Como que qué hace en una expedición de Noruegos? ¡El guionista eres tú, ya se te ocurrirá algo!

viernes, 14 de octubre de 2011

La nueva amenaza del fantasma de George Lucas

George Lucas continúa dando la tabarra vendiendo una y otra vez las mismas películas. Ahora, ha salido a la luz el póster de La amenaza fantasma en su versión 3D, que el cineasta amenaza con estrenar pronto en los cines. Llama muchísimo la atención que en el cartel no aparezcan por ningún lado el odioso Jar Jar Binks y el deleznable niño satánico de la cinta, para que los espectadores no salgamos huyendo. Pero, ¿nos toman por tontos? ¡Si al menos los hubieran quitado definitivamente de la película!

No, por supuesto que no voy a ir a verla. Me causó tal trauma en su momento que para conseguir olvidarla tuve que recurrir a los servicios de un amiguete Jedi. "Ésta no es una película de Star Wars", me dijo. Y luego añadió "Éstos no son los androides que buscáis".

Recientemente Lucas puso de los nervios a los pobres desgraciados que picaron y se compraron la trilogía de La guerra de las galaxias en Blu-Ray, porque tenía 'sorpresita', pues resulta que Darth Vader grita al final de El retorno del Jedi "¡Noooooooooo! Al parecer es un grito que salía al final de algo llamado La venganza de los Sith, de la que tampoco quiero acordarme.

Estoy con el cómico Paul Sheer, que dijo: "Si George Lucas continúa cambiando La guerra de las galaxias, a este paso se convertirá dentro de unos años en La loca historia de las galaxias". Tuve una pesadilla hace poco en la que la primera trilogía se filmó primero en versión muda, y posteriormente Lucas le fue añadiendo los diálogos y el color.

El enfado de la Fisher

Y la pobre Carrie Fisher está enfadada, porque cada vez que pasa frente a los escaparates de un juguetería, ve figuritas de la princesa Leia con su cara, y no cobra ni un duro porque el avispado Lucas le hizo firmar que renunciaba a sus derechos de imagen, allá cuando filmaban las primeras películas.

Al menos la mujer se toma la vida con mucho humor, como lo demuestra su impagable autobiografía que recomiendo: "Mi vida en esta galaxia" (Babel Books). "Entre las posesiones de George Lucas se encuentra mi imagen, de manera que cadda vez que me miro al espejo tengo que enviarle un par de dólares", explica la actriz.

Otro de mis párrafos favoritos: "Lucas me convirtió en una muñequita. Una muñequita en la que uno de mis ex clavaba alfileres cuando se enfadaba conmigo. ¡La encontré en un cajón!"

Un día su hija adolescente le dijo que de mayor quería ser humorista. La respuesta de la Fisher es impagable:

"Cariño, si quieres ser cómica debes ser buena escritora. Pero no te preocupes porque tienes material en abundancia. Tu madre es bipolar, tu padre es gay, tu abuela baila claqué y tu abuelo se inyectaba anfetaminas".

martes, 11 de octubre de 2011

Los SWAT confiscan armas reales a Brad Pitt

Comentaba el otro día que me resultaba difícil encontrarle algún defectillo a Brad Pitt. Pero ahora, he encontrado una señal de algo extraño, ¿podría ser un peligroso terrorista? De momento, un equipo de SWAT húngaro ha irrumpido en el rodaje de la peli de zombies World War Z, para confiscar 85 armas totalmente reales y funcionales que se iban a usar en la película.

Se trata de armas automáticas y rifles de asalto militares, que llevaban una etiqueta que decía "reproducción para uso en rodajes de películas", pero menos mal que a ningún extra le dio por jugar a que disparaba a Brad Pitt porque habría dejado a Angelina Jolie más viuda que las patatas que me ponían en el comedor del colegio.

No está nada claro por el momento si Pitt ha arriesgado la melena rubia. El director Marc Forster se distingue por el realismo de sus películas, pero esto ya es demasiado... "Estamos interrogando a los testigos y reconstruyendo la historia del armamento", comentan fuentes de la Unidad Anti-terrorista de Hungría.

La verdad sobre Brad Pitt

Prometí en un post anterior que contaría mi experiencia entrevistando a Brad Pitt. Transcurría el año 1997 cuando el pollo vino a España para promocionar un film rodado a tiempo real, como la serie 24 o Solo ante el peligro, que se titulaba Siete años en el Tíbet. Recuerdo que la rebautizábamos como Siete años en el cine.

Venía rodeado de cierta polémica porque periodistas estadounidenses le habían preguntado a Pitt por el pasado nazi del personaje real que interpretaba en la cinta, Heinrich Harrer. Pitt contestó que no era nazi, y mis compis yanquis le aconsejaron que se documentara, porque estaba equivocado.

Total, que el jefe de prensa nos insistió muchísimo en que no tocáramos el tema. "Si pronunciáis la palabra 'nazi' se acaba la entrevista", advirtió.

Como soy un periodista del lado oscuro, ¡os podéis imaginar! La primera pregunta que le hice fue lo del nazi. Pensé que Pitt sería un neurótico colérico que me iba a abofetear. Pero no, resultó ser un tipo majo, amable que primero se rió y luego con toda la educación del mundo me dijo que los periodistas tenían razón, que su personaje sí que era nazi. Y siguió la entrevista, lo que demuestra que muchas veces los jefes de prensa exageran y sacan las cosas de quicio.

viernes, 7 de octubre de 2011

Aumenta mi odio a Brad Pitt tras "World War Z"

Confieso que odio a muerte a Brad Pitt. Me desespera. ¿Por qué? ¡Porque no le encuentro ningún defecto! A otras estrellas es fácil encontrarles el punto débil. Mi compi de enfrente, Zoraida Romero, adora a Orlando Bloom, que sí, será muy guapo, pero es más soso que un yogurt de agua, mi prima idolatra a Colin Firth, sin duda un pésimo actor, una amiga adora a Matthew McConaughey, que con pocas excepciones, rueda películas malísimas, y las carpetas de mis compis del instituto exhibían la foto de Tom Cruise, que es bajito y cargante cienciólogo.

¿Pero Pitt? ¿Qué tiene de malo?

Ahora resulta que rueda con Marc Forster World War Z, mi novela favorita de zombies, aunque es difícil de llevar a la pantalla, porque se compone de muchas historias muy breves. Forster es sencillamente un director como la copa de un pino, como saben todos los que hayan visto Descubriendo Nunca Jamás o Cometas en el cielo. Incluso dirigió un film de James Bond que se titulaba "¡Cuanto sol hace!". Pitt es también productor del film, y el gran Forster está encantado. "Es un hombre inspirador", explica Forster. "Quería huir de los clichés del género, y Pitt es el colaborador perfecto para lograr eso". ¡Ahora resulta que Pitt es un productor modélico! ¡Cómo le detesto!

Llegué a conocer una vez en persona a Pitt, que me concedió una entrevista. Ya contaré aquí algún día lo que me pasó, que tiene narices, pero lo que viene a cuento es que pensé que era mi oportunidad de comprobar que sí, que es guapo, pero idiota perdido o maleducado. Nada de eso, resultó ser inteligente, cordial y buena persona. Y hasta humilde. Pero seguiré rebuscando. ¡Seguro que tiene algún punto oscuro en su pasado!