domingo, 28 de septiembre de 2008

Crónica de una muerte anunciada


Se sabía hace semanas que no le quedaba mucho tiempo de vida, pero aún así la noticia de su fallecimiento nos ha dejado desconsolados. Los perdedores del mundo, y en general todos aquellos que nos esforzamos en algo, llegamos a creernos que hacemos nuestro trabajo más o menos con cierto nivel, y aún así somos unos pobres desgraciados, condenados al fracaso impepinablemente, siempre nos hemos identificado con Paul Newman, más que con ningún otro actor del celuloide. Se especializó en interpretar a auténticos 'cracks', tipos excepcionales que sin embargo chocaban frontalmente contra la fuerza de los elementos, y no tenían nada que hacer contra ellos. Quizás, si lees mi blog, sabes de sobra lo que se siente estando en esa situación. Quizás por eso no hace falta explicar por qué era un actor que me fascinaba.

Casi siempre, a los actores tan atractivos como Newman les ofrecen papeles de grandes héroes, y dejan a los perdedores para tipos menos guapos, a veces carismáticos, como Edward G. Robinson, o Humphrey Bogart. Pero a Newman parecían aburrirle los héroes (demasiado fáciles para su nivel actoral), y se concentró en los antihéroes. Creo que varios de los mejores perdedores de la historia del cine los ha interpretado él. Mis favoritos son, por supuesto, Eddie Felson 'el rápido' (el as del billar sin futuro que interpretó en El buscavidas y El color del dinero), Brick Pollitt (el homosexual reprimido de La gata sobre el tejado de zinc), Ben Quick (el vividor con reputación de pirómano al que nada le puede salir bien de El largo y cálido verano), Butch Cassidy (el forajido carismático condenado a morir a balazos sino es al día siguiente, al otro) y sobre todo Luke. Me apasiona especialmente Luke. Es el tipo al que condenan a trabajos forzados para toda su vida por romper unos parquímetros 'estilo Gallardón' en un garaje. Pero era el tipo con la mayor fuerza de voluntad y tesón que he visto en una pantalla. Lo demostraba en la famosa competición de comer huevos duros. La película era La leyenda del indomable. ¡Qué grande eras, Paul!

Y yo que no he descubierto todavía mi lado homosexual, por mucho que se empeñan en señalar que todos tenemos uno, incluso entiendo perfectamente a Pilar Bardem cuando dijo su frase más célebre. 'La mujer a la que más admiro del mundo es a Joanne Woodward, porque lleva cincuenta años tirándose a Paul Newman'. ¡Qué grande es también a su manera la Bardem, aunque sólo sea por haber dicho eso!. La verdad es que la pareja ha estado unida justamente cincuenta años, y resolviendo sus posibles rifirrafes de forma discreta.

He escrito un perfil del legendario actor. Sí, ya sé que estaba colgado en la web nada más conocerse la noticia. Sí, ya sé que estáis pensando que yo no me he puesto a escribir todo eso en sábado ni de coña. Podéis pensar mal y acertaréis porque efectivamente, ya lo tenía redactado. ¿Qué hacemos los periodistas cuándo tenemos tiempo libre? Escribir necrológicas. Así ahorramos tiempo. ¿O creéis que los extensos documentales y las piezas supertrabajadas de los telediarios que han emitido en televisión sobre el actor los han hecho deprisa y corriendo? Eso se nota. Pero luego, merece la pena, porque esto se ha sabido el sábado, y claro, es un día muy malo para tener que ponerse a trabajar. Además, había que aprovechar que ya se sabía desde hace semanas que el pobre estaba muy enfermo. Esta entrada del blog es tan extensa porque he tenido muchos días para prepararla.

Otro detalle de este asunto os dará una idea de la calidad humana y profesional que tenemos nosotros, los periodistas. ¿Habéis leído cómo se ha sabido que ha muerto Paul Newman? Al parecer, uno de una fundación creada por Paul Newman ha dicho que ha recibido un mail de alguien que le contaba que Newman había muerto. Poco después, salía un portavoz de la familia confirmando la noticia, pero ésta ya había salido en todos los medios a bombo y platillo. En el intervalo, ¿alguien se ha molestado en llamar a casa de Paul Newman? Igual les cogía él el teléfono. Verídico, ocurrió una vez. Fue con el actor Bob Hope. Era muy mayor y en una agencia de noticias ya habían preparado el obituario, en un rato libre de esos que os contaba antes. Alguien pulsó el botón sin querer, y se envió el teletipo a todos los medios. Cuando llamaban a su casa para pedir declaraciones a su familia, se encontraban con que les respondía él.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Videocrítica de 'Tropic Thunder. ¡Una guerra muy perra!'


He decidido seguir 'dando guerra' con otra de mis videocríticas. En esta ocasión comento Tropic Thunder. ¡Una guerra muy perra!, una comedia dirigida y protagonizada por Ben Stiller. Aunque a mí no me acaba de convencer cómo ha quedado, me han dicho que es el vídeo en el que salgo con la imagen más estrafalaria, inspirada en un personaje que bordaba Christopher Walken, en un célebre film de Michael Cimino. Es cierto que me veo con una pinta de loco increíble, o sea que algo de razón tienen.

Aunque al principio tiene algún que otro golpe divertido, esta comedia se queda estancada a mitad de metraje  y ya no da más de sí, por lo que me decepcionó bastante. Se salva, eso sí, Tom Cruise, que sale haciendo de productor gordo y calvo, con un 'look' que llama muchísimo la atención.

Me resultó un poco difícil inventarme un guión para la videocrítica, por culpa del vídeo viral que hicieron Ben Stiller, Robert Downey, Jr. y mi adorado Jack Black. Era absolutamente hilarante, lo que me planteaba un serio problema. A su lado, yo iba a quedar de 'graciosete', intentando hacer reír sin conseguirlo demasiado. De todas formas, para quién no haya visto el vídeo promocional de Tropic Thunder, y con el fin de sacaros una carcajada, he decidido colgarlo también, en este blog. ¡Qué capacidad tienen estos tíos de reírse de sí mismos! Sobre todo Robert Downey Jr., que como sabéis fue arrestado por llevar drogas e ir con prostitutas.

Videocrítica:



Vídeo promocional de 'Tropic Thunder':


martes, 23 de septiembre de 2008

Vicky, Cristina y la gafe

A propósito de mis comentarios sobre la gran cantidad de dinero que la condesa Esperanza Aguirre le ha cedido a Garci para rodar un tostón de película, he recibido no uno, sino dos mails que me preguntaban si no estoy de acuerdo en que se subvencione la cultura. Por supuesto que me parece bien invertir fondos públicos en teatro, exposiciones y cine. Lo que no me parece bien es tirar el dinero a la basura. Si Esperanza Aguirre sale un día y dice que financia un proyecto sobre el 2 de mayo y que el director va a ser Guillermo del Toro o Tim Burton, no tendría ninguna pega.

De hecho, ha sido mucho más inteligente la jugada de los barceloneses, que han financiado a Woody Allen para que les rodara un anuncio de hora y media de su ciudad. Guste o no, la cinta de Allen se va a ver en países de todo el mundo, y con esas postalitas del Parque Güell, La Pedrera y La Sagrada Familia tan bien filmadas por el siempre insuperable Javier Aguirresarobe, suscita unas enormes ganas de ir a visitar la cautivante ciudad, incluso a aquellos que ya la conocemos muy bien.

Aunque a mí me entretuvo, está bastante claro que Vicky, Cristina, Barcelona no es de lo mejor de Allen, y está a años luz de Annie Hall, Manhattan, Misterioso asesinato en Manhattan y Match Point, que para mí son sus mejores títulos. El guión parece un culebrón que Allen ha escrito en una tarde, con cierta inspiración en algunos pasajes. Y además, por primera vez en su obra, se nota que ha tenido que hacer concesiones. Al parecer, la productora presionó para que Bardem fuera pintor en vez de torero, que es lo que iba a ser. Y que se celebre una boda en el Ayuntamiento de Barcelona me suena a caprichito de los concejales. 



Yo creo que el hecho de que sea una película muy menor del genial cineasta de Manhattan tiene mucho que ver con el hecho de que haya fichado como secundaria a una actriz española bastante gafe, que no puedo nombrar por el bien de este blog y de sus lectores, puesto que acarrea desgracias a su paso. Esa actriz ha rodado alguna que otra cinta aceptable en su país natal, pero cuando es contratada por un extranjero se desata el desastre más absoluto. De hecho puedo demostrarlo, citando la lista de los excelentes cineastas con los que ha trabajado, porque encima resulta que ha estado con los grandes entre los grandes:

Stephen Frears. El director de Las amistades peligrosas y La reina. Su peor película es Hi-Lo Country, con la gafe.

Cameron Crowe, director de Singles (Solteros) y Casi famosos. Su peor película es Vanilla Sky con la gafe –aunque Elizabethtown también era fina y eso que la gafe no salía–.

John Madden, director de Shakespeare enamorado y Su majestad, Mrs. Brown. Su peor película es La mandolina del capitán Corelli, en la que sale la gafe. Hasta el título es desafortunado, porque parece sacado de una película porno.

Billy Bob Thornton, director de la interesantísima El otro lado de la vida. A continuación dirigió un bodrio infumable, Todos los caballos bellos, con la innombrable.

Mathieu Kassovitz, director de El odio. Su peor película es Gothika, con la gafe, y también Babylon A. D., pues se ve que a éste le ha gafado para siempre.

Y el desafortunadísimo Ted Demme, director de la mítica Beautiful Girls. Hizo Blow con la gafe y después la palmó.

Por no hablar de las bazofias que ha rodado con directores sin ningún talento, claro, pues entonces se junta el hambre con las ganas de comer: Bandidas, Woman on Top, Fanfan la tulipe, Juegos de mujer o Sahara.


Woody Allen entregó hace poco una cinta que en mi opinión era bastante flojita, Scoop, pues la rodó cuando estaba pensando ya en contratar a la gafe. Esta última ha gustado más allí que aquí. No en vano, presenta una visión de España vista por extranjeros. En mi opinión empieza con poca fuerza y una voz en off insoportable, gana un poco cuando aparece Bardem y luego tiene momentos muy graciosos, cuando sale la gafe. De hecho, antes pensaba que además de gafe era mala actriz, pero tras verla en Volver y aquí, he llegado a la conclusión de que está bastante bien cuando se pone en las manos de un gran director que le dedica tiempo. Las discusiones entre ella y Bardem son realmente divertidas. Me han hecho pensar además, sobre un par de cuestiones.

1. En la copia que yo vi del film en inglés, los abundantes diálogos en español no tenían subtítulos en inglés. Yo los entendía porque al fin y al cabo el español es mi idioma natal y tal, pero creo que deben ponerla así en los cines anglosajones. O sea, que el objetivo de Allen es que no se entiendan. Los espectadores sólo perciben que se trata de una pareja discutiendo brutalmente. En realidad, no he confirmado esto porque no conozco a nadie que haya visto la película fuera de España.

2. Desde el viernes pasado, me ha venido un montón de gente a decirme que la película era un auténtico plomazo. Que se habían aburrido muchísimo, y que era indigna de Woody Allen. Igual es una simple casualidad, pero todos ellos habían visto la película doblada, por lo que no habían podido captar la gracia de esas discusiones. A saber cómo lo habrán doblado (era un trabajo muy difícil). Además, Bardem hablaba con una voz muy cansina de otro tipo, que lógicamente perjudicará mucho a la cinta.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Palin, vulgar imitadora de Tina Fey


Esta semana ha causado furor en Estados Unidos la actriz Tina Fey con su imitación de Sarah Palin, en el legendario programa 'Saturday Night Live'. Por lo que he visto en Youtube, la Fey estuvo muy divertida, sobre todo porque ha conseguido mimetizar los gestos de la candidata a vicepresidenta y sus continuas alusiones a Dios. Algunas de sus frases son muy graciosas: "El calentamiento global no lo han producido los seres humanos. Es sólo Dios que nos está abrazando más fuerte". Impagable.

Sin embargo, creo que todos los titulares de los periódicos están equivocados. En realidad Tina Fey no es una imitadora de Sarah Palin, sino que Sarah Palin es quien intenta imitar a Tina Fey. Tengo mis motivos para hacer semejante afirmacion:

Primero surge el personaje famoso y luego el imitador. ¿No? Es lo lógico. La genial Tina Fey era hasta hace poco muchísimo más conocida que Sarah Palin. La tronchante serie 30 Rock (conocida en España como Rockefeller Plaza), en la que interpreta a la responsable de un show televisivo, arrasa desde hace un par de años, y mejora cada vez más. Es una de las comedias más divertidas de los últimos tiempos. El 30 de octubre empieza por fin la tercera temporada en USA. Yo desde luego no me lo perderé, sobre todo por ella, porque a pesar de que vaya de fea, su aspecto de bibliotecaria sexy tiene su morbo, y en fin, es innegable que parece una mujer muy lista y todavía quedamos personas raras a quienes la inteligencia 'nos pone'. Por su parte, Sarah Palin —que por el contrario tiene imagen de ignorante que encima se vanagloria de serlo muy poco atractiva— a nivel internacional era una total desconocida hasta hace dos semanas. Y en Estados Unidos ocurría casi lo mismo, pues a escala nacional acaba de saltar a la palestra.

El parecido físico entre Sarah Palin y Tina Fey es tan asombroso, que uno llega a pensar que la Palin se hizo la estética para parecerse más a la humorista. Yo soy fan de la Fey y en algunas fotos me cuesta distinguirlas. De hecho, lo podéis comprobar vosotros mismos en las que acompañan esta entrada. ¿Son todas de Tina Fey? ¿Hay alguna foto de Fey y las otras son de Palin? A saber. El parecido no pasó desapercibido para los seguidores de 'Saturday Night Live' que enviaron cartas a mansalva pidiendo la vuelta de la humorista al programa para que imitara a la candidata. Cuando aceptó y apareció con el moño, las gafas características e imitando sus gestos, desató el furor.

Por último, es evidente que Sarah Palin, miembro de la Asociación Nacional del Rifle, que presume de que se sienta en su despacho sobre la piel de un oso muerto, tiene una clara vocación humorística. Algunas de sus frases demuestran que pretende ser tan hilarante como la Fey. Se podría decir que su estilo es bastante próximo al del presidente Bush. Uno pensaba que después de Bush, en el Partido Demócrata se esforzarían por buscarse candidatos más presentables, pero resulta que pretenden seguir en la misma línea.

Las frases humorísticas más inspiradas de Sarah Palin:

—La diferencia entre una madre apasionada del hockey como yo y un perro de la raza pitbull es el lápiz de labios.
—Sí que tengo conocimientos sobre Rusia. Se puede ver Rusia desde Alaska.
—Los líderes nacionales están enviando a los soldados a Iraq para llevar a cabo una tarea que viene de Dios.
—[Sobre su hijo, que partía a la guerra de Irak y el resto de tropas] Estarán allí para defender al inocente frente a los enemigos que han planificado, y emprendido la muerte de miles de estadounidenses, ya que Estados Unidos no puede retornar a esa falsa impresión de seguridad que se tenía antes del 11 de septiembre de 2001 [¡Hasta Bush ha tenido que reconocer ya que Irak no parece tener nada que ver con el 11 S!].

jueves, 18 de septiembre de 2008

El cineasta agradecido

Es de bien nacidos ser agradecidos. Como en este blog intentamos por norma general en la medida de nuestras humildes posibilidades fomentar las buenas costumbres y resaltar casos que muestren la buena educación de las personas, hemos decidido alabar públicamente el modélico comportamiento del ínclito José Luis Garci –uno de los más valiosos, frescos y arriesgados cineastas del interesantísimo panorama del cine español actual–, por su valiente muestra de buenos modales, en un momento histórico en el que apenas abundan, e incluso a veces te tildan de anticuado por seguir las más elementales normas de decoro.

Sin duda, Garci ha demostrado un enorme valor al reconocer públicamente –en el dossier de prensa que manejamos en los medios de comunicación– el inmenso gesto que tuvo con él al financiarle generosamente su última y carísima película, Sangre de mayo, la valiosa, inteligente, sincera e ilustre presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, condesa de Murillo y por tanto Grande de España (no es broma, si su marido tiene el título nobiliario de Conde de Murillo, ella es condesa). 

Lo más arriesgado del gesto de Garci es reconocer abiertamente su gratitud hacia Esperanza Aguirre, a pesar de que sin duda sabe que este gesto va a ser muy mal interpretado y criticado por periodistas y cronistas odiosos sin escrúpulos, que sin duda malinterpretarán sus palabras y las tildarán de mero 'peloteo' interesado. A Garci el hecho  de que le vayan a descalificar no le ha impedido expresar sus más sinceras emociones. Y encima, ha tenido el detalle de redactarlas parafraseando al estadounidense Orson Welles, uno de los pocos realizadores de los que se puede decir que estuvo casi a la altura del propio Garci en cuanto a genialidad se refiere. Garci homenajea su célebre frase en la que comparaba el cine con un juguete, concretamente con un tren eléctrico, que el español ha sustituido en su escrito por 'un fuerte y media docena de pieles rojas' con los que jugaba de niño.

Pero cedamos la palabra al propio Garci, ya que es imposible capturar en nuestra crónica la gran emoción que transmite en su escrito el director de grandes clásicos de nuestro cine como el sobrio drama Volver a empezar o la trepidante cinta de acción I'm the One, en cuyo título se hizo referencia a sí mismo, el 'Number One' del cine español. Éste es el impagable párrafo escrito por el director y presentador del memorable programa televisivo Qué grande es mi ego:

"Nunca había filmado batallas, cañonazos, cargas de caballería; ni en decorados enormes que reproducían calles de Madrid o estancias del monasterio de El Escorial, por no hablar de los cientos de figurantes (...). Hace ya dos años y medio, la Comunidad de Madrid (que ya manejaba numerosos proyectos para conmemorar el Bicentenario del 2 de mayo de 1808), me ofreció la posibilidad de enfrentarme cinematográficamente a tan poliédrico hecho, una insurrección que desencadenaba un vacío de poder, primero, y la Guerra de la Independencia, después. Jamás se lo agradeceré suficientemente a Esperanza Aguirre. Porque ha sido como uno de aquellos regalos que recibí y no recibí de niño. Todo junto. Como el fuerte y la media docena de pieles rojas y de soldados del Séptimo de Custer, que me regalaron mis padres unas navidades, y como la bicicleta que nunca pudieron comprarme".

Ésas son las emotivas palabras de Garci. Da gusto saber que a partir de ahora, cada vez que pague mis impuestos como ciudadano de la Comunidad de Madrid podré pensar que el dinero público está en buenas manos, que sabrán darle usos inteligentes y adecuados, como por ejemplo financiar decorados enormes y cientos de figurantes para películas tan esperadas y necesarias como la última de Garci.

Espero que después de este artículo nadie vuelva a poner en duda en los comentarios del blog mi gran devoción por el cine español, sólo superada por el cariño y pasión que siento por las series televisivas españolas. ¿En qué se queda el pobre House si lo comparamos con la inolvidable y rompedora Médico de familia? Pero ésa es otra entrada del blog que debe ser escrita en otra ocasión.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Empieza la temida temporada de premios

La elección de la terna de películas que representan a España en los Oscar supone el pistoletazo de salida a la época del año que todos los periodistas de cine tememos: La temporada de premios.

A partir de ahora y hasta el 22 de febrero, día de entrega de los Oscar, empieza una ingrata labor de escribir numerosísimas reseñas de premios absurdos del Séptimo Arte. Un día los premios del Sindicato de Directores, al otro día los Globos de Oro, etc. Muchos de esos premios en realidad no interesan a nadie y sólo sirven para dar pistas sobre por dónde van los tiros este año de cara a los Oscar: que si El caballero oscuro, que si Australia, que si Frost/Nixon... Y luego están los Goya, que este año igual se quedan desiertos, porque no está la cosa como para tirar cohetes, todavía.

Este año estaba dispuesto a criticar duramente la elección de las tres aspirantes a competir por España en los Oscars. Pero al final he llegado a la conclusión de que casi todas las películas que podían escoger eran igual de malas, por lo que no se les podía criticar demasiado, eligiesen lo que eligiesen. ¿Qué más da? A mí personalmente las que más me han gustado de entre todas las elegibles para los Oscar han sido películas de género, como [Rec] que no tendría nada que hacer. Por lo general, hay dos categorías de películas españolas este año:

Películas visibles, a las que se les puede sacar defectos, pero que al menos se pueden ver: Una palabra tuya, Todos estamos invitados, El rey de la montaña.

Truños desastrosos y horrendos: La conjura de El Escorial, Sangre de mayo, Los girasoles ciegos, Mortadelo y Filemón: Misión salvar la Tierra, Carlitos y el campo de los sueños, Óscar, una pasión surrealista, El espíritu del bosque, Gente de mala calidad, Un novio para Yasmina, Ellos robaron la picha de Hitler, La crisis carnívora, Cobardes, 8 citas, Fuera de carta, El último justo, Rivales, 3:19. La lista es mucho más extensa. La cosa no mejora sustancialmente en películas que he visto aún por estrenar: El patio de mi cárcel, Camino o Diario de una ninfómana.

Almodóvar, Fernando León de Aranoa, ¿por qué me habéis abandonado este año? Isabel Coixet, ¿por qué hiciste una peli yanqui?

Así las cosas, puedo predecir gracias a mi infalible bola de cristal (te sientas delante y es como el cine, todo lo controlas, un alucine) que este año –que noticia más terrible– ninguna película española estará nominada al Oscar. ¿Por qué razón? Por tres razones:

1. Siete mesas (de billar francés). De las tres elegidas, es la única que me gustó. Puede interesar más o menos, no es de lo mejor de Gracia Querejeta y tiene un poco de aire de telefilm. Pero sus personajes son interesantes y están interpretados por buenísimos actores. De todas formas, no creo que a los yanquis les interese lo más mínimo. Había olvidado por completo que se pudiera elegir para los Oscar, pues se presentó en el festival de San Sebastián, el año pasado por estas fechas.

2. Sangre de mayo. Sobredosis de patriotismo que tiene un elemento bueno: sostiene la tesis de que el heroísmo fue estupendo, pero el pueblo madrileño se sacrificó para pedir el regreso de un Borbón. ¿Os imagináis que hacemos lo mismo por éste que tenemos ahora? Son mejores las secuencias de interiores que las secuencias de masas, un poco cutres. La tentación de sacar los fusilamientos de la Moncloa y por tanto reproducir el cuadro de Goya es fuerte. Cuando llega ese momento, ¡Garci reproduce la famosa escena sin ningún pudor! Pero lo más ridículo es el anuncio-spot que le ha hecho Garci a Aguirre y a Gallardón al final del film. Como en Gangs of New York, el final son imágenes del Madrid moderno e incomparable que tenemos gracias a los dos políticos mencionados.

3. Los girasoles ciegos. Ha tenido buenísimas críticas. Pero a mí no me acaba de convencer ese diácono pirado que persigue a Maribel Verdú corriendo por las calles de Orense porque está pilladísimo por ella. Dice que quiere sobreponerse a la tentación, y seguir adelante con su vocación religiosa, pero cada vez que aparece se tira sobre ella, como un patético primo de Max Cady. Y esos policías supermalvados que se presentan en casa de Maribel Verdú para asustarla, amenazarla y tirarle los libros de las estanterías al suelo –para que sepa lo malísimos que son– y luego se van. Mira que si en vez de hacerse los duros deciden abrir el armario, y encuentran al 'rojeras' del marido, que ella tiene escondido.

Así las cosas, espero que al menos escojan Siete mesas (de billar francés).

sábado, 13 de septiembre de 2008

De Niro, ¿estás hablando 'poco' conmigo?

1974. Al Pacino y Robert De Niro encabezan el reparto de El padrino II. El film logra lo que parecía imposible. Es aún mejor si cabe que su predecesora, e incluso la supera en un Oscar, pues obtuvo seis.
"Ten cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos", decia Pacino. Se me ponen los pelos como escarpias sólo de pensarlo.

Eso sí. Como De Niro y Pacino están en dos épocas diferentes, no comparten ni un sólo plano.


1995. Pacino y De Niro vuelven a coincidir en Heat. El film no inventa la pólvora, pero es una de las mejores cintas de Michael Mann, que rueda unas imágenes impresionantes, sobre todo a la hora de los tiroteos.

"No te ates a nada que no puedas dejar en menos de 30 segundos cuando la poli te pise los talones", decía De Niro. No era como las frases de El padrino, pero...

Esta vez, De Niro y Pacino coinciden en una secuencia, en una cafetería. Pero se rumorea que les rodaron en días diferentes, porque en ningún plano se aprecia el rostro de ambos. Ellos siempre han dicho que sí la hicieron juntos.

2008. A Pacino y a De Niro les hacen una oferta que no pueden rechazar (porque les deben haber dado un montón de dinero). Ambos se reúnen por tercera vez en Asesinato justo. Y en fin, las comparaciones no es que sean odiosas, son ofensivas e irritantes.

Lejos han quedado los tiempos en los que De Niro engordaba una burrada de kilos para hacer de Jake La Motta o Al Capone. Ahora lo único que hace es engordar su cuenta bancaria el cabrón. Parece que ha pasado una eternidad desde aquellos días felices en los que Pacino aprendía a desenvolverse como un ciego, para su papel en Esencia de mujer. Ahora sólo se hace el ciego cuando lee los guiones de sus películas, para pasar por alto el hecho de que son nefastos con tal de cobrar cifras astronómicas.

Ambos se han puesto a las órdenes de otro sujeto en decadencia, Jon Avnet, que en los 90 dirigió Tomates verdes fritos, pero que tampoco parece que hoy en día se esfuerce mucho porque sus películas merezcan un poquito la pena. Su anterior trabajo, 88 minutos, también con Pacino, es tan horroroso que daban ganas de pasarse 88 minutos dándole guantazos.

En Asesinato justo, De Niro y Pacino interpretan a dos policías que persiguen a un asesino poeta. Se toma la justicia por su mano asesinando a delincuentes, y deja un poema junto al cadáver. El guión es tópico, tramposo y soso, y Avnet es incapaz de darle algo de 'vidilla' filmando secuencias con un poco de gracia. El guionista se esfuerza por hacer frases memorables que luego podamos poner los blogueros en nuestras entradas. En fin, ahí va una:

"Me hice policía porque te daban placa y pistola. La placa no todo el mundo la respeta, pero la pistola sí". Eso dice Pacino. Como el guionista debía sentirse orgullosísimo de esta línea de diálogo, la repite dos veces.

Al menos esta vez Pacino y De Niro salen bastantes veces juntos a lo largo del film.

Ambos estuvieron hoy en Madrid para presentar la cinta, con Jon Avnet. Era una oportunidad única. Como apenas han concedido entrevistas, salvo a un par de televisiones generalistas, me he tenido que conformar con ir a la rueda de prensa. Sniff. Pero bueno, merecía la pena porque a pesar de todo, como a George Lucas —ése que nos traicionó hace tanto tiempo—, sigo adorando a estos dos grandes actorazos, que una vez fueron los mejores entre los mejores. Sí, ya sé que suponía trabajar un sábado, pero era 'una pasada', por lo que realmente no me ha costado nada. Si me llegan a enviar a entrevistarme con la pesada de Lindsay Lohan en sábado, iba a ir Rita la cantaora.

Pacino es bastante locuaz. Ante cualquier pregunta, rememora por ejemplo cuando empezó a hacer teatro, antes de llegar al cine y cuenta anécdotas jugosas. Da la impresión de ser un intelectual que analiza los trabajos que ha hecho, y le gusta explicar cosas sobre cómo preparó los papeles, etc. Tiene mucha facilidad de palabra (va a ser verdad eso que decía en una de sus mejores películas: "Lo único que tengo es mi palabra y mis cojones"). Por el contrario, De Niro parece más bien callado y con mala leche. Responde prácticamente con monosílabos. Y pone cara de que es una gran estrella consagrada y le da igual contestarte o no, porque ya tiene su carrera hecha. Por su apariencia y actitud, sería difícil adivinar su oficio. En lugar de actor podría ser camionero o carnicero o cualquier otra profesión. Yo sólo le hice dos preguntas a De Niro:

—Señor De Niro, señor De Niro. Es usted un gran director. ¿Dirigirá una segunda parte de El buen pastor? ¿Puede adelantarnos algo sobre ella?

—Sí. La haré.

—Señor De Niro. Abandonó la semana pasada el rodaje de Edge of Darkness, dejando tirado al director. ¿Puede contarnos por qué? ¿Qué ocurrió? Le han sustituido por Ray Winstone. ¿Qué le parece este actor?

–No sé por quién me sustituyeron. Les deseo lo mejor.

Y eso es todo. Lo gracioso es que al salir, se me acerca una 'compi' y me dice. "Uff, pues hoy ha estado encantador. Como estaba su amigo Pacino, el hombre estaba en su salsa y se ha soltado un poco. Deberías haber estado cuando le dieron el premio Donostia. Fue visto y no visto. Casi ni habló".

En fin, al parecer me puedo dar con un canto en los dientes. Pero me ha resultado curioso. Mr. De Niro, are you talking to me? ¿Estás hablando conmigo? Estás hablando 'muy poco'.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sensación de revivir

Por fin se acaba el verano. Finaliza el calor extremo insoportable. Las chicas se empiezan a poner chaquetas poco a poco y se puede pasear sin ponerse 'malito'. Los kioscos vuelven a estar abiertos y es posible comprar el periódico sin tener que recorrer todo el barrio. ¡Y lo mejor es que regresan las series televisivas!

Aunque estoy enganchado a numerosas series, esperaba con impaciencia las prometedoras novedades de esta temporada, para aficionarme a alguna más si es posible, ya que aún tengo horas libres de vez en cuándo. Para hacerme el interesante, el guay y el 'cool' a todo el que me ha preguntado cuál era la que mejor pinta tenía le he respondido, por supuesto, que True Blood, la serie de vampiros que ha rodado Alan Ball, creador de A dos metros bajo tierra y guionista de American Beauty. Con esos antecedentes, no es de extrañar que la serie no haya tenido unas críticas entusiastas, quizás porque las expectativas eran demasiado altas. Yo aún no puedo opinar porque no la he visto, de hecho veré el primer episodio en cuanto acabe de escribir estas líneas.

Pero en realidad la que estaba deseando realmente ver era la nueva serie de Beverly Hills, 90210, más conocida en España como Sensación de vivir. Por supuesto, entiendo que la serie antigua tenga muchos detractores, pero se emitió muchas veces y dejó mucha huella en nuestra generación. Además, creo sinceramente que aquellos niños pijos de Beverly Hills que la protagonizaban eran hilarantes.

En mi episodio favorito, Brandon comete la gran torpeza de beber una cerveza y conducir. ¿A quién se le ocurre hacer semejante tontería en una serie de aquella época? Como cualquiera puede suponer, resulta que tiene un accidente. Por supuesto, Dylan le convence para que acuda a Alcohólicos anónimos. Tenéis que entenderlo. ¡Se tomó una cerveza una vez!

Los responsables de la nueva serie habían prometido a los cuatro vientos que recuperarían como secundarios a los antiguos niñatos de Beverly Hills, al tiempo que introducirían como protagonistas a otros nuevos. Quizás por eso me ha defraudado parcialmente. La parte nostálgica es bastante fallida. Por lo que se deduce de los primeros episodios, sólo Kelly va a tener un papel fijo. Brenda pasa por allí, y le dice que su hermano Brandon está en Belice. Y también sale el del bar al que iban siempre. Y eso es todo. Ya había visto el reencuentro de Brenda y Kelly en Youtube y la serie no muestra mucho más. Además, sus diálogos son bastante sosos y aburridos. Los guionistas no parecen haberse esforzado mucho, y a mi juicio han desaprovechado a las dos actrices, que cobraban una burrada por reunirse. Tan alto ha sido su sueldo que ambas han decidido pasar por alto que no se soportaban y que estaban peleadas desde hacía tiempo. Se llegó a anunciar oficialmente que Donna (Tori Spelling) también saldría, pero por lo visto dijo al final que no, cuando se enteró de que a las otras dos las iban a pagar muchísimo más que a ella. En resumen, oportunidad perdida para lo que podría haber sido glorioso.

Por otro lado, es justo reconocer que los nuevos niñatos de Beverly Hills tienen su gracia. Son más malos (usan los blogs de internet para putearse), son mucho más tontos (saben cómo se llaman los protagonistas de Supersalidos pero no que la capital de Kansas es Topeka, y en fin, que no lo sepamos en España es normal, pero ellos son estadounidenses), más pijos si cabe (uno tiene un jet privado) y más salidos (al protagonista le presentan cuando le están haciendo una mamada en el coche).

En fin, una serie previsible, rodada al estilo de un videoclip. Pero me da a mí que no me voy a perder ni un episodio a ver cómo sigue. Y es que si ellos se hacen alcohólicos con una cerveza, yo tengo el mismo derecho a hacerme adicto a la serie sólo con un capítulo.

Probablemente, True Blood me guste más.