Hacía unos días que había visto algunos de los numerosos carteles e indicadores que el suburbano se ha visto obligado a financiar con nuestro dinero y colocar en todas las estaciones. Pero por si acaso, Metro vela para que la campaña llegue a todos sus usuarios, como he podido comprobar esta mañana, en la que un grupo de chicos contratados expresamente al efecto me han dado uno de los folletos que generosamente distribuían a mansalva. El folleto informa de que puedes hacer ejercicio subiendo las escaleras andando, en lugar de decantarte por las escaleras mecánicas o el ascensor. Para facilitarme la decisión, una de las escaleras mecánicas larguísimas de la estación estaba estropeada, así que he tenido la oportunidad de probar esta nueva forma de hacer ejercicio.
"Con estos pequeños gestos, haces un poco de ejercicio y así te sentirás mejor el resto del día", asegura Metro. Además, después del ejercicio puedes tener totalmente gratis una sesión de sauna, ya que por la mañana no hay suficientes vagones, y el Metro va tan lleno de gente que alcanzas una temperatura bastante alta.
Unas mentes tan privilegiadas como las que han justificado su sueldo –sin duda muy por debajo de lo que merecerían por tan insignes cerebros que poseen– probablemente nos tienen deparadas para el futuro otras campañas igualmente útiles e ingeniosas. Por ejemplo, propongo LigueMetro, una campaña con la que los solterones nos podemos ahorrar el gasto en páginas web de ligoteo y en 'Speed Dating'. Ya veo los lemas: Viaje usted en hora punta y conocerá íntimamente a muchas personas con las que va a estar apretado durante todo el trayecto, y así puede usted luego quedar luego a cenar con ellas. Aproveche los continuos retrasos de quince minutos en algunas líneas para hacer vida social y en lugar de desesperarse, entable conversación con los demás viajeros, a los que tendrá tiempo de conocer en profundidad.
Por cierto, esta semana hemos rodado la videocrítica de Che, guerrilla, la segunda parte del díptico sobre el revolucionario argentino, dirigido por Steven Soderberg:
Videocrítica: