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lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Es necesaria una parodia de "Crepúsculo"?

Está a punto de llegar a las pantallas españolas Híncame el diente, la parodia de Crepúsculo. Pero, ¿era realmente necesaria? Hasta ahora pensaba que las adaptaciones de las novelas de Stephenie Meyer -en las que los vampiros no necesitan comer, pero sí cocinan spaghetti por si hay invitados- eran ya lo suficientemente hilarantes. Es como intentar parodiar Top Secret. ¡Si ya es una comedia! Además, se corre el peligro de que la parodia sea menos graciosa que el original, lo que sería el colmo.

Los momentos más hilarantes de la saga "Crepúsculo" (voluntarios o no):

1. Desolada porque su novio vampírico le ha dejado, Bella descubre que cuando está en peligro puede ver apariciones fantasmales de Edward, que le advierte de que no se ponga en peligro. Cuando sale del cine con su amiga, unos moteros con pintas bastante 'chungas' se ponen a piropear a Bella al más puro estilo macarra. Contra todo pronóstico, ella decide acercarse al que tiene la peor pinta y subirse con él en la moto. ¡Si sigue en peligro podrá seguir viendo a su amado!

2. Como su novio está frío, porque es un vampiro, Bella está a punto de congelarse en una tienda de campaña. Pero el hombre lobo Jacob acude para acostarse junto a ella y darle calor (os lo aseguro, esto ocurre en la película). Cuando el vampiro intenta detenerle, Jacob responde: "Soy un tío más caliente que tú". Jacob se mete en el saco con Bella y le dice: "Entrarás en calor pronto, sería más rápido si te quitaras la ropa".

3. Edward se pone pesado pidiéndole a Bella que se case con él todo el rato. Ésta le responde que tiene sus dudas porque los divorcios son muy comunes. El vampiro replica: "Pero no son tan comunes los divorcios en matrimonios entre humanos y vampiros". Pediría a los guionistas que se tomaran un poco más en serio este bodrio. 

4. Mientras celebra su cumpleaños con sus amigos vampiros, la poco espabilada Bella se hace un corte en un dedo al abrir uno de sus regalos con el papel de envolver. De la herida sale una pequeña gota de sangre que cae al suelo, lo que despierta el lado oscuro del vampiro Jasper, que se relame y se abalanza sobre ella. Para  salvarla, al poco brillante Edward no se le ocurre otra cosa que empujar a Bella, que cae sobre una mesa de cristal y la rompe, lo que provoca que le sangre todavía más el brazo, provocando aún más al chupasangres. El personaje dePeter Sellers en El guateque no la habría salvado mucho peor.

5. Como Jacob se quita la camiseta todo el rato para "mostrar cachas" descaradamente, provocando el delirio en los cines llenos de adolescentes desatadas, a los guionistas ya les da vergüenza incluir estas escenas. Por eso, han acabado tomándoselas a chirigota, hasta tal punto de que en Eclipse, Edward se encuentra con Jacob a pecho descubierto. El vampiro le pregunta a Bella: "¿Qué pasa que este tío no tiene dinero para camisetas?"

6. La saga incluso da lugar a risas en la vida real. Durante la rueda de prensa en Madrid de Luna nueva, un periodista les pregunta a los comparecientes, el director Chris Weitz, y los actores Robert PattinsonKristen Stewart y Taylor Lautner, si conocen a algún cineasta español. Éstos sudan la gota gorda, se lo piensan, vacilan y al final responden que Almodóvar (que según Weitz, ¡tiene mucho mérito por lo difícil que era hacer cine durante la dictadura!) y Carlos Saura y Amenábar, provocando la hilaridad de los plumillas españoles ante la tópica respuesta. Al darse cuenta de esto, Chris Weitz les devuelve la pelota y pregunta si conocen a algún periodista americano. Y toda la sala grita al unísono: ¡Oprah! O sea que nosotros podemos ser igual de previsibles que los yanquis.

lunes, 28 de junio de 2010

El hombre que no iba a dirigir "Eclipse" ni borracho

Hasta hace muy poco, El eclipse, en cine, era una película de Antonioni. Pero ahora ya no. Para el gran público, Eclipse es la nueva entrega de la saga de Crepúsculo. El episodio anterior se llamaba Luna nueva, título que por tanto ya no remite a aquella desternillante comedia de Cary Grant. Y la próxima, y última, se titularáAmanecer, que por tanto, dejará de asociarse como hasta ahora a una obra maestra de F.W. Murnau.

Tomo nota del truco, y cuando conciba una trilogía cinematográfica, lo tengo muy claro. La primera parte se titularáCasablanca, la segunda Lo que el viento se llevó y la tercera El retorno del Jedi. Así a la gente ya le sonarán los títulos de antemano.

Cuando escribo estas líneas he pasado todo el día dedicado casi en exclusiva (desde el amanecer hasta que ha salido la luna nueva) a cubrir la promoción de Eclipse. Empecé la mañana con una rueda de prensa, la he transcrito en la redacción de DECINE21, y luego he tenido que volver al hotel para mantener entrevistas con los actores Ashley Greene y Xavier Samuel (en esta ocasión no han venido Robert Pattinson y Kristen Stewart como en los estrenos anteriores), y con David Slade, el director del film.

Tenía muchas ganas de conversar con Slade, ya que estaba especializado en terror, e hizo que el respetable lo pasara bastante mal, sobre todo con una secuencia en concreto, con Hard Candy, en la que nos descubrió a la inconmensurable Ellen Page. Posteriormente dirigió 30 días de oscuridad, un film de vampiros. Antes de que le contrataran para rodar una entrega de Crepúsculo, el hombre había escrito lo siguiente en Twitter (traducción literal):

"¿Dirigiría una película de Crepúsculo si estuviera borracho? No, ni siquiera borracho. ¿Dirigiría Crepúsculo drogado? No, ni siquiera drogado. ¿Dirigiría Crepúsculo a punta de pistola?  Simplemente, disparen".

Así que me he dirigido a la entrevista dispuesto a meter el dedo en la llaga y recordarle la anécdota. Creo que como entrevistador soy bastante 'puñetero', y pienso que si alguien concede entrevistas, es para defenderse de aquello a lo que tengan que hacerle frente. Sobre todo habría que hacerle entrevistas duras a los políticos. Siempre con buena educación, claro está, aunque confieso que me he pasado tres pueblos con él, ¡con lo que a mí me gustó Hard Candy! Slade me ha contestado de forma bastante inteligente:

"Es cierto que dije todo eso, para qué voy a negarlo. Pero tengo que matizar que era todo en tono muy jocoso, de chiste. Sí, es cierto que fue un chiste malo y que ahora el chiste soy yo y os podéis reír de mí. Además, cuando lo dije no había visto las películas ni había leído los libros. Poco después, me hicieron una oferta en firme, y entonces sopesé la posibilidad de hacer la película. Era una gran oportunidad para mí, porque los estudios tienden a encasillarte en un tipo de cine, y es muy difícil salir de ahí. Y aquí tenía la posibilidad de rodar una historia con un fuerte componente romántico, que además, tenía elementos de western, con un duelo, y también secuencias de época".

Eso dice el arrepentido cineasta. En fin, que habrá que sopesar los comentarios que haga uno, porque la vida da muchas vueltas. Y habrá que levantarse cuando pase una bandera americana, por si luego resulta que te eligen presidente del gobierno.