miércoles, 19 de abril de 2006

Bridget Jones pero en chico


Como siempre me he sentido como Bridget Jones pero en chico, es decir, neurótico, treintañero y con problemas con el tabaco, al menos hasta que conseguí dejar de fumar, siempre había querido escribir un diario. Lo que pasa es que uno, lo aplaza y lo aplaza, sobre todo por puro egocentrismo. Y es que seamos serios, existen pocos escritores como J. D. Sallinger, recluido y aislado, y que seguramente debe seguir escribiendo por puro amor al arte. Los demás, la mayoría de los que yo conozco, escribimos para que se nos lea y los que escriben bien, incluso para que se les admire. Saramago fue el que dijo que escribía para que le quisieran, pero mis palabras reunidas al azar no creo que despierten precisamente cariño. En cualquier caso, si escribo algo es para que se lea. Por eso, el diario siempre me había parecido un poco frustrante, porque salvo el diario de Ana Frank, los diarios siempre suelen ser privados. Lo del blog es todo lo contrario. Es un poco exhibicionista. Te abres aquí a los demás, y probablemente te lee hasta gente que se tope con tu blog accidentalmente.
En fin, señores desconocidos del cyberespacio, espero no aburrirles demasiado.
Los conocidos que quieren saber la historia real de cómo empecé mi carrera en el mundo cinematográfico se van a quedar con las ganas. Un día publicaré mis memorias y tendrán que rascarse el bolsillo si quieren saber toda la verdad.

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