jueves, 2 de octubre de 2008

Polauster se hace el remolón

Polauster crió buena fama y se echó a dormir. Como cuenta con lectores incondicionales –sin ir más lejos el autor de este blog, que leerá todo lo que haga, por muy malo que pueda ser, y aunque le contraten para escribir el Superpop– el hombre se ha relajado, y ha escrito una novela premeditadamente menor, Un hombre en la oscuridad, con un tipo al que no le pasa nada y que no sale de su dormitorio –aunque al menos imagina una historia que transcurre en diversos escenarios–. Ya van dos veces, pues la anterior, Viajes por el scriptorium, tenía como protagonista a uno que tampoco salía de su cuarto. Y también era muy poca cosa, soportable sólo por sus seguidores más acérrimos, que al menos disfrutamos de sus múltiples autorreferencias.

Brooklyn Follies fue su último intento de escribir una novela, novela, que dejara poso. No llegaba a la altura de sus mejores trabajos, pero ofrecía varios personajes interesantes a los que les pasaban cosas. Pensé que Viajes por el scriptorium era una breve pausa para tomarse un Kit-kat y contraatacar con algo más ambicioso. Mi ilusión se desvaneció cuando tuve entre mis manos el ejemplar de su nuevo trabajo en la tienda, pues aunque el librero pensaba que yo botaría de alegría cuando me lo dio, no pude evitar poner cara de desilusión absoluta porque descubrí que el ejemplar apenas sobrepasaba las doscientas páginas, posible síntoma de que aquello no iba a ser lo que yo esperaba.

La subtrama imaginada por el protagonista acaba de forma abrupta, como si se hubiera aburrido de ella en un momento dado. Y cuando empieza a contar cosas interesantes sobre el protagonista y su esposa –el mejor personaje– se acaba el libro. Al menos funciona –más por oficio que por inspiración– y se lee de un tirón, pues Polauster ofrece una de sus estructuras imposibles, que mezclan ficción y realidad. Me gustaron sus críticas al gobierno de los Estados Unidos, al que acusa –también en sus declaraciones públicas– de fraude electoral, y que en la subtrama de ficción es la causa de una guerra civil en el país. En fin, espero que la próxima vez, Polauster se levante un poco antes de la cama, deje de hacerse el remolón, y se ponga a trabajar un poco más.

4 comentarios:

belenmadrid dijo...

pues sí, y haces bien en criticar, porque se lo tiene un poco subidito últimamente, es verdad.. (que a mí me gusta también eh?)

bizarro con interrupciones dijo...

Me dais envidia, todos los fans de Paul Auster, porque yo no acabo de cogerle el punto... pero a los que os gusta os lo pasais en grande (a pesar de lo que cuenta JL en esta crítica)

Yo me leí "Ciudad de Cristal" y ya tuve suficiente...

Juan Luis Sánchez dijo...

Géminis, tú también eres estupenda aunque te critique a veces. Y tienes buen gusto literario. Me enteré hace poco de que llegaste a enviarle dos veces el libro a Mi Vida y le llegó dos veces. Qué buena gente. Pero que no se te suba esto tanto como a Auster, ¿eh?

Jajajaja, Bizarro, antes coincidíamos más. Ambos éramos apasionados de Houellebecq. Pero últimamente somos nuestras respectivas nemesises. O como se diga némesis en plural.

Creo de todas formas que deberías leer La noche del oráculo. Intentaré pasártelo cuando te vea. Creo que a ti te gustaría.

Mi vida en 20 kg. dijo...

Uf, ni idea quien es....perdon.