En la sociedad del marketing y el consumismo salvaje en la que vivimos los productos son bastante perecederos. Por ejemplo, os aseguro que veo cinco o seis películas de estreno a la semana (y aún así me suelo perder dos o tres que también llegan a las carteleras). O sea, que hacen un total de unas 260 al año más o menos. Y si me preguntan ahora qué películas he visto en 2008, a bote pronto me acuerdo de My Blueberry Nights, El caballero oscuro y Wall-E, y eso es todo. Bueno, y también me acuerdo de Casi 300, la película más infumable que he visto en mi vida, pero me acuerdo de ella porque me produjo pesadillas de lo tremendamente malísima que era.
También los libros duran poco. ¿Os habéis fijado en la sección de novedades de cualquier librería? Está llena de docenas de volúmenes variopintos que ya no existirán la próxima vez que visitéis el mismo establecimiento. Sencillamente habrán desaparecido de la faz de la Tierra; y como mucho, alguno saldrá en edición de bolsillo y vivirá un poco más.
Y tanto afán en publicar libros y libros para que luego en todos los vagones de metro todos los viajeros se hayan puesto de acuerdo en leer El niño con el pijama de rayas.
Todo esto es un auténtico problema para aquellas personas que pretendemos pensarnos lo que vamos a comprar o no. No, no es que yo vaya de inteligente ahora, de hecho no lo soy, y me dejo llevar por el afán consumista como todos, pero resulta que no tengo mucho dinero, soy bastante pobre y sólo puedo comprar aquel libro que realmente vaya a leer. O sea, que voy a la librería, veo las novedades, pero no compro a lo loco, aunque luego al cabo del tiempo pienso que tal vez aquella novela que vi sobre tal o cual tema podría estar bien, y acabo sucumbiendo y me la compro.
Tardo tanto en decidirme que cuando llego ya se han agotado. De hecho me ha pasado también con alguna que otra chica, que he tardado en decidirme en pasar a la acción -aunque eso ha sido más bien por falta de seguridad en mí mismo-. Y cuando me he decidido a dar un paso adelante, ya había encontrado a su príncipe azul, se había casado y hasta tenía churumbeles.
Me ha pasado con una novela que se titula 13,99 del vangüardista francés Frédéric Beigbeder. Vi el libro por primera vez un día en que no sabía qué leer, pero al final acabé comprándome en su lugar otro de mi queridísimo Ian McEwan. Al cabo del tiempo, me recomendó el libro mi amigo ex bloguero, pero él no me lo ha podido prestar, porque entre otras cosas lo leyó en francés. Y cuando he ido a por él había desaparecido de todas las librerías.
Odio que me pase eso. No es la primera vez. Me dijeron que estaba descatalogado. Pero como hasta hace poco existía, imaginé que habría alguno perdido en librerías poco transitadas. Llevaba una semana recorriendo establecimientos y nada. Además, me pasa algo horrible, no puedo leer otra cosa. Tiene que ser la novela que estoy deseando leer o nada. Tengo la necesidad creada y necesito hacerme con él a toda costa.
Qué gran alegría me he llevado hoy en una de las típicas librerías madrileñas. Les quedaba un ejemplar perdido. Paradójicamente, me ha costado 13,99 euros, o sea que el precio es también el título del libro. Hace referencia a una táctica habitual del mundo del marketing, sobradamente conocida: la gente cree que algo que cuesta 99,99 es mucho más barato que algo que cuesta 100 euros. No sólo cuesta lo mismo sino que se resisten a darte el céntimo.
-Es que no tengo céntimos sueltos, ¿no te importa que no te lo dé?
-Pues no es mi problema. Legalmente me tienes que dar cambio, así que busca el céntimo donde sea.
Siempre hago eso. Si ellos son tan 'listillos' como para emplear una táctica tan sucia, que me den mi céntimo. Desde aquí hago un llamamiento al mundo para que todo el mundo pida el céntimo, así se les quitarían las ganas de poner precios tramposos a esos hijos de la grandísima puta.
¿El ocho costaría ocho euros en esa misma librería? En fin, no he preguntado el precio de 2666, de Roberto Bolaño, que me gustó mucho, pero no me lo podría permitir.
La novela, 13,99, es una sátira del mundo de la publicidad y el marketing y todo esto. Sólo he podido leer las primeras páginas en el metro ('el metro se invento para leer' me dijo una vez un jefazo de una gran editorial que leía mucho). El resto de gente del vagón leía 'El niño con el pijama de rayas' y me miraban como si estuviera loco. En fin, no sé cómo seguirá, pero la novela la narra un publicista en primera persona y empieza bastante bien:
"Soy publicista. Contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda" (...) "Cuando a fuerza de ahorrar logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño para que os sintáis frustrados".
Este libro me va a gustar. En fin, siento crearos la necesidad de ver pelis, pero esta semana se estrenan dos peliculones. Los detalles en este vídeo:
sábado, 14 de febrero de 2009
La vida efímera de los libros
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9 comentarios:
Felicidades por el libro, ya habia leido en los bizarros que lo buscabas, espero que comentes de el.
En Chile ya no se usan centimos, pero tambien tienen la costumbre de poner las cosas 999 y luego no te dan el peso o a cambio de el te llevas un caramelo.
Aqui en Egipto son mas vivos, ponen un precio y luego cobran descaradamente otro mas alto.
De las pelis me sigo quedando con Slumdog, que de verdad me gusto mucho, las otras no me dan interes.
Un abrazo y hoy cuento como va lo del festival.
Jo, tengo ya 6 libros esperando ser leidos, y ahora me has hecho comprar uno más, y de rebote, otro que yo también andaba buscando... porque sabes una cosa? resulta que en la Fnac, el libro "13,99" cuesta 6,95 €... y los gastos de envío por correo postal son de 3 y pico euros, si lo recoges en la tienda te cobran 1,16 € de gastos de gestión.
( http://www.fnac.es/dsp/?servlet=extended.HomeExtendedServlet&prodID=426706 )
Eso sí, tardan 10 días en conseguirlo, ya que lo tienen que pedir al distribuidor.
Asi que cuando me llegue, y me lo lea... ya te contaré.
Besotes!!
Mi vida, es que no hay ninguna otra peli tan original como Slumdog Millonaire. Probablemente arrasará en los Oscar el domingo. Iré a ver tu blog para ver si cuentas tus experiencias en el festival de cine. Un beso.
María Jesús, ahora si vas a comprar y te falta un céntimo te pasa lo mismo, la cajera te mira raro. De las pelis que recomiendo El lector tampoco está mal.
Bruja24, no pretendía hacer publicidad del libro, sólo comentaba porqué me interesaba y mi odisea para conseguirlo. Antes de recorrer todo Madrid en su busca, lógicamente también fui a la FNAC, donde había visto muchas veces la edición de bolsillo, que es la que cuesta 6,95 y la que yo quería. Pero se les había agotado. Me tomaron los datos y se lo pidieron al distribuidor, pero la chica me dijo que creía que estaba totalmente agotado en la editorial y que posiblemente me dirían que ya no hay. De todas formas, aún no han pasado más que dos semanas de eso, así que al final igual resulta que me junto con dos libros. Si es así se lo regalaré a alguien. Ya me contarás si te llega a ti.
Me compré la edición tapa dura de 13,99 porque era la única que había después de recorrer todo Madrid. Era eso o no leer el libro.
Un beso guapina.
Yo quiero leer ese libro, si no lo encuentro, me lo tienes que prestar algún dia Juan ;), besos y genial el video como siempre, gracias, muaaks
aunque demasiao corto buaaaaa
Tengo el ordenador cascao desde hace casi 1 semana y desde el portatil no tengo sonido aún.
Me cargaré de paciencia para ver tu videocrítica (sabes que las espero con impaciencia)
Por cierto, vaya legión de seguidoras que tienes... y luego te quejarás, como siempre!
Noeli, te mando el libro o te lo dejo si nos vemos alguna vez. Un beso, guapina.
Aspective, no me quejo de seguidoras no sólo inteligentes sino también guapísimas. Son todas estupendísimas. Y fascinantes. Si no te lo crees, lee sus blogs, ya verás.
Un abrazo a todos.
¿Y donde está la parte divertida tuya aquí?
Es lo que mas me gusta...
De estas he visto la pelicula india, y a mi mujer le ha encantado, a mi... asi asi, no es mi estilo porque te hace pensar un poco pero no esta mal.
Por ciero Australia me aburrió como una ostra. Se me hizo inacabable
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