Mostrando entradas con la etiqueta David Lynch. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David Lynch. Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un cine proyecta a unos niñitos "Saw VII 3D" en vez de "Megamind"

Recuerdo haber visto de pequeño Psicosis en un cine en el que el proyeccionista intercambió los rollos, así que después de que Janet Leigh muriera en la famosa escena de la ducha volvía a aparecer como si tal cosa. Vista así, la película era todavía más desconcertante y daba aún más miedo, si cabe.

Muchos años después en el pase de prensa de Carretera Perdida, de David Lynch, tras un primer rollo en inglés con subtítulos en español, nos proyectaron el segundo en francés. Pero nadie se movió ni dijo nada porque pensábamos: ¡Qué genio, David Lynch! ¡Para desconcertarnos todavía más ha cambiado el idioma de la película! O sea, que creíamos que el film era así aposta.

Ahora es noticia que en Estados Unidos un proyeccionista se equivocó de película cuando decenas de niños muy pequeños esperaban con los ojos abiertos de par en par para ver Megamind, la exitosa película de dibujitos. Cuando empezó la proyección, resulta que les estaban pasando nada menos que Saw VII 3D, que por lo visto empieza con durísimas secuencias de torturas y mutilaciones. El encargado del cine les dijo a los niños que se taparan los ojos durante el baño de sangre mientras solucionaban el problema.

¡También es mala suerte que haya ocurrido esto con nada menos que una película de Saw, que son durillas hasta para los que escribimos blogs de terror y estamos de vuelta de todo. No sé cómo empezará la próxima entrega, pero la primera secuencia de la anterior tenía narices. Dos personas atrapadas se tenían que automutilar, y poner partes de su cuerpo en una balanza. El psicópata sólo dejaría vivir a aquel que acumulara más peso a base de cortarse en cachitos... Todavía tiemblo sólo de pensarlo.

Un padre asustado comenta que su niño tuvo pesadillas por la noche. "Vino a ver si podía dormir con nosotros y hacía años que esto no pasaba". ¿Pueden haber traumatizado estas imágenes a los chavalines y convertirles en psicópatas? Por suerte no será así, aunque posiblemente alguno se aficione al género.

Al parecer no es la primera vez que ocurre algo así. En 2007, unos niños incautos esperaban impacientes a que empezara la proyección de Mimzy. Más allá de la imaginación, una cinta infantil, pero les pusieron El Retorno de los Malditos, secuela de Las colinas tienen ojos. Al parecer, comienza con una mujer encadenada desnuda que daba a luz a un terrorífico niño mutante. Los niños 'alucinaban'.

Yo era un chaval un poco 'especial' y habría aplaudido. Y además, habría preferido ver esa película antes que los dibujos... Pero bueno, yo no cuento como 'persona normal'.

sábado, 20 de marzo de 2010

Nuevos autores para "Crepúsculo"

Puesto que los productores de Crepúsculo quieren fichar para la cuarta entrega a un autor consagrado (están negociando con Sofia Coppola, Gus Van Sant y Bill Condon), desde este absurdo blog elucubrábamos cómo sería la saga vista por cada uno de estos directores y alguno más. Como el post tuvo un éxito sin precedentes (¡hubo un par de comentarios, o sea que lo han leído dos personas!) he decidido proponer más realizadores. ¿Cómo sería la nueva entrega de la saga si la dirigiera por ejemplo Abbas Kiarostami?

Sí, ya sé que estoy estirando mucho el chicle, y que corro el riesgo de aburrir a las moscas con una entrada tan repetitiva. Pero hay que correr ciertos riesgos en la vida.


Emir Kusturica
Edward y Bella están a punto de casarse. Para que sea más original, deciden celebrar la boda junto al Danubio, en Serbia, con los primos gitanos de Edward. La ceremonia dura dos días, y Edward y Bella se pasan toda la película bailando música folclórica gitana con muchos tipos vestidos de negro.


Ken Loach
Edward y Bella están a punto de casarse. Pero los familiares no apoyan la boda, porque ella es demasiado joven, así que no tienen un duro para organizarlo todo. Obsesionado con que su futura esposa tenga un buen traje de novia, Edward se dispone a hacer cualquier trabajo, como transportar mercancías en su furgoneta, pero por desgracia se la roban, y tiene que trabajar desatascando desagües con unos obreros británicos. Finalmente piden un crédito para poder casarse, pero las letras que tienen que pagar cada mes les hunden aún más en la miseria. Tienen un bebé, pero se lo quitan los asistentes sociales. Ella acaba haciéndose adicta a la heroína y muere de sobredosis. Desesperado, el vampiro se vuelve loco, y tiene alucinaciones en las que habla con el futbolista Eric Cantona.


Abbas Kiarostami
El vampiro Edward Cullen busca a Jacob, el hombre lobo, en diversas casas del pueblo. Cada vez que le abren la puerta pregunta, "¿vive aquí el hombre lobo?". "No", le responden, así que se va a otra casa. "¿Vive aquí el hombre lobo?". "No". Transcurre así toda la película. Al final, localiza a Jacob en lo alto de un monte, a donde se accede por un extenso camino que rodea la ladera. Un largo plano secuencia muestra a Edward subiendo a tiempo real con gran parsimonia durante 30 minutos hasta que por fin llega a la cima y pregunta "¿Quieres ser mi padrino de boda?", y el hombre lobo contesta: "no". Así que Edward se da media vuelta, y la película no acaba hasta que no vuelve a bajar del todo otra vez. El film obtiene la Palma de Oro en Cannes.


David Lynch
Edward Cullen se acerca a cámara lenta al tiempo que saluda con la mano. Un cervatillo cruza por el bosque mientras suena un rock'n'roll alegre de los años 50. Su imagen se funde con la de un payaso que ríe de forma siniestra, mientras la música deja paso a un sonido distorsionado que da mucho miedo. Un hombre se quema a lo bonzo en medio de una plaza. Bella Swank está sentada con Jacob, el hombre lobo, en un club nocturno. Ambos comen donuts, aunque en su mesa hay tantísimos donuts que podrían alimentar a cuarenta personas. Al escenario (decorado de color rojo) sale un enano que canta un tema musical melancólico. El hombre lobo se ha transformado y llora. El enano se acerca al micrófono y dice con una voz misteriosa: "la clave de todo está en los altramuces". Cahiers Du Cinema la califica de obra maestra, y publican un número especial de doscientas páginas que explica con pelos y señales la película.