domingo, 18 de mayo de 2008

Que no pare la música


El cine no sería lo mismo sin la música. La mítica secuencia de la ducha de Psicosis sin los violines histéricos del compositor Bernard Herrmann no sería ni la mitad de impactante, y si a los Reservoir Dogs le quitaras el 'uga chaca' del famoso Hooked on a Feeling, de Blue Sweede, Quentin Tarantino jamás habría triunfado como cineasta, y tendría que haber vuelto a trabajar en el videoclub de donde venía.

Incluso cuando el cine era mudo, tenía que ir acompañado por música de piano, porque sino sería un aburrimiento. A veces, en la Filmoteca ponen películas mudas sin ninguna banda sonora, a pelo, y se hacen bastante pesadas.

Puesto que siempre he sido un apasionado de las bandas sonoras, he colaborado -concretamente he escrito el guión- en un pequeño reportaje sobre el compositor Roque Baños, al que este año le dieron el Goya por su gloriosa partitura de Las 13 rosas. De hecho, sus composiciones siempre son estupendas, aunque por desgracia la película no siempre está a su altura... Pero eso es otra historia.

La banda sonora de cine vive un momento excepcional en España. Por desgracia, el cine español no ha vivido un momento excepcional jamás.

Impagable el momento en que Baños rememora cómo fue creando poco a poco el tema central de Alatriste. Como el blog es un espacio íntimo y personal, y me siento en petit comité, no me importa comentar a modo de anécdota que me sentí un poco violento, porque aunque Roque es un tipo encantador, como podréis ver en el vídeo, quienes vierais la entrega de los Goya sabréis que es tartamudo. Aunque se desenvuelve bastante bien, a veces se queda enganchado. Por suerte, el montador ha podido disimular estupendamente bien todo eso, y en el vídeo apenas se aprecia.

10 comentarios:

Mi vida en 20 kg. dijo...

Absolutamente de acuerdo, sin las musica nos parariamos de muchas salas de cine.
Algunas peliculas de las cuales recuerdo la banda sonora:
La mision
Carros de fuego (vangelis)
The big blue
El rey leon y Shrek (comprenderas que las he visto muchas veces)
City of Angels
Top Gun

Esas son algunas que me acuerdo....hablamos de mucica, no de las peliculas no????

Bueno besos y sys

Juan Luis Sánchez dijo...

Anda, muy buenas bandas sonoras. Me encanta La misión, de Ennio Morricone. El rey león y sobre todo Shrek yo también las he visto muchas veces, y eso que no tengo niñas. Un abrazo, y sys.

Marga Negueruela dijo...

Es que la música hace sublimes los momentos más insignificantes tanto en el cine como en la vida, como decía Aute... porque la vida es cine... y los sueños... cine son

un beso

Juan Luis Sánchez dijo...

sí, cine, cine, cine, más cine por favor...

Bonita canción de Aute. Un beso, carinaeO.

Mi vida en 20 kg. dijo...

Ayer todo el dia con la mision en la cabeza jajajaja...

sys
bk

Juan Luis Sánchez dijo...

Mejor tener música de Morricone en la cabeza que no la Macarena- Habría sido mucho más rayante...

bizarro con interrupciones dijo...

Respecto a La Misión: maldita (por grandiosa) banda sonora de la película. Estuvimos tres días en Iguazú y cada vez que veíamos las cataratas empezaban la flautita y los coros en nuestras cabezas. Al final ya teníamos visiones y nos parecía ver en cualquier momento a Jeremy Irons trepando por las cascadas.

Juan Luis Sánchez dijo...

Sí que es una banda sonora que deja huella. Hubiera sido peor que en tu cabeza resonara cualquier tema musical de David Bisbal, así que no te quejes, Bizarro. Un abrazo.

bizarro con interrupciones dijo...

No te creas, al final eso es todo muy invasivo- menos mal que en Petra, por lo increíble del espéctaculo, se te abren los oidos y los ojos y oyes el silencio de la roca. Porque a poco que te esfuerces, podrías pensar en Indiana Jones y empezar a tararear "Tan-ta-ran-tan, tan-tan-tan" y seguir así. Pero como lo de Iguazú no me ha pasado en mi vida.

Jo, pues no sé lo que se le debe poner uno en la cabeza al pisar Nueva Yol ¿Todo Broadway? Dios, que mareo....

Juan Luis Sánchez dijo...

Lo bueno es que te viniera a la mente Rhapsody in Blue, el homenaje de George Gershwin a Nueva York. Un director de orquesta le encargó la pieza, pero él se olvidó de escribirla. Tiempo después, descubrió en plena calle un cartel con su nombre, que anunciaba el estreno de su nueva obra, se acordó del encargo y aunque sólo quedaban tres semanas consiguió terminarla.

Lo malo es que te venga a la cabeza No hay marcha en Nueva York, de Mecano.