miércoles, 10 de febrero de 2010

Soledad Villamil, ¿actriz revelación?

Después de su triunfo en los premios del CEC y José Mª Forqué, parece que Celda 211 va camino de arrasar en los premios Goya el próximo domingo, 14 de febrero.

El día de los enamorados también se llevara más de una estatuilla una de las historias de amor más sentidas que hemos visto últimamente en los cines, El secreto de sus ojos, que también es un thriller excelente, y un drama y una comedia.

Su calidad es indiscutible, y ha entusiasmado a la crítica y a los espectadores. Fue una gran injusticia que no se llevara la Concha de Oro en San Sebastián, o al menos algún otro premio de consolación, y parece que el Oscar se lo va a arrebatar Michael Haneke con La cinta blanca. En los Goya pesa demasiado el hecho de que a pesar de ser una coproducción con España es una película "muy argentina" y los votantes tiran más hacia producciones típicamente españolas.

Algunas candidaturas de la película de Juan José Campanella no dejan de ser cuanto menos curiosas. Por ejemplo, llama la atención que compita como "Mejor película" y también como "Mejor película hispanoamericana". Por esa regla de tres, también podría ser Mejor película europea, pues España, país coproductor, también forma parte de Europa. Las reglas deberían especificar que las que puedan competir en el apartado de mejor película por ser españolas, dejen su puesto a otras producciones no españolas aquí. Pienso que sería lo más lógico y que "Mejor película hispanoamericana" es un apartado pensado para premiar el cine extranjero.

Por otro lado, la protagonista, Soledad Villamil, compite como mejor actriz revelación. No es una cuestión de edad, pues un actor puede ser la gran revelación a una avanzada edad. Lo han ganado de hecho con toda justicia Saturnino García, por Justino, un asesino de la tercera edad  yCarlos Álvarez-Novoa por Solas. Pero ninguno de los dos había tenido un papel tan importante en una película destacada.

No es el caso de Soledad Villamil. Los que vayan alguna vez que otra al cine la recordarán por El mismo amor, la misma lluvia, también de Juan José Campanella y donde compartía la pantalla con Ricardo Darín. Y los que vayan mucho al cine la habrán visto en Vivir mataUn muro de silencioEl sueño de los héroesLa vida según MurielNo sos vos, soy yo yUn oso rojo. Y lo mejor es que en casi todas esas películas ¡era la protagonista!

Ahí sí que no entiendo nada. No es la primera vez que la Academia hace algo parecido. Hace poco, el uruguayo Walter Vidarte fue nominado como actor revelación por La noche de los girasoles. Al parecer, Vidarte apareció por primera vez en la pantalla en Procesado 1040, de 1958. Desde entonces ha rodado más de 80 películas o series televisivas. Algunas de ellas eran películas españolas que los académicos deberían haber visto, como Mi hermano del alma o Antártida.

Y a Pablo Carbonell le nominaron por Obra maestra. El actor, presentador y cantante había aparecido por primera vez en Los invitados, de 1987. Desde entonces tuvo papeles destacados en películas como Dos por dos oUn momento, un momento.

En fin, un año de estos el actor revelación será Alfredo Landa. Si no, tiempo al tiempo.

4 comentarios:

bizarro con interrupciones dijo...

Sí, la verdad es que todo el mundo se quedó alucinado con la nominación.

Aunque como tu dices, hemos tenido mil casos así.

Por cierto, la has clavado con la 211, aunque es verdad que se veía venir.

bizarro con interrupciones dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Luis Sánchez dijo...

¡Anda, Álvaro! Qué sorpresa. Haces una obra de caridad leyéndote todos mis post. Me alegro del triunfo de Celda 211 aunque a mí me gustó mucho, pero El secreto de sus ojos es mucho mejor. La gente no la vota porque es una película muy argentina. Pero sin duda es una película buenísima.

bizarro con interrupciones dijo...

No sé, a mi me defraudó un poco. Había alguna escena chulísima (el estadio, el borracho futbolero del bar) pero otras cosas me parecían más flojillas. Me pareció un poco irregular, un poco como si le vieran todas las costuras, y los típicos trucos del grandísimo Campanella.

Pero sin embargo a otra gente que lo conoce a fondo no le pasó (como a ti) y la verdad es que me dais mucha envidia. Disfrutasteis mucho.