jueves, 11 de febrero de 2010

El inconfesable pasado de James Cameron

Si alguien no cree en la capacidad de superación del ser humano, debería echar un vistazo a Piraña II: los vampiros del mar, debut como director de James Cameron. Cuando se estrenó en el cine en su momento, nadie podría deducir que el responsable de tan bizarras imágenes llegaría a ser nada en la vida. Si el director de semejante bodrio ha logrado ser el director más taquillero de la historia, eso significa que todos podemos mejorar. ¡Hasta Penélope Cruz podría llegar a hacer una película buena en su vida si se lo propusiera!

Coincidiendo con el inminente estreno del remake de Piraña en 3D que prepara e Alexandre Aja -de los mejores directores especializados en el género fantaterrorífico en este momento-, Sony ha decidido en Estados Unidos aprovechar la ocasión para lanzar en DVD y Blu Ray el film Piraña II. Al fin y al cabo, con Avatar convertida en la película más taquillera de la historia, igual muchos espectadores quieren ver cómo comenzó en esto del cine.

Para Cameron es una faena que le hagan esto. Por buscarle un paralelismo, es como si llevas a tu casa a un amigo o una novia y tu madre se empeña en sacar fotos tuyas de cuando ibas al colegio, llevabas un peinado ochentero muy hortera, un jersey de ositos, y unas gafas de culo de botella.

Y es que Piraña II es mala, mala como el pecado. La idea central es que las pirañas de la primera parte eran brutales, y te devoraban en dos segundos si te metías en el agua, pero si te mantienes en la superficie, estás a salvo. Pues bien, en esta cinta había pirañas mutantes, que tenían alas, ¡y podían respirar en la superficie! Así que iban volando a por ti y se te tiraban directamente a la yugular.

Y estaba todo muy mal hecho. Las pirañas volaban sujetas por cable, en línea recta, muy lentamente, porque se ve que sino corrían el peligro de descolgarse. Con echarse a un lado, las pobres víctimas podrían haber escapado de ellas. Al menos Cameron descubrió en esta cinta a Lance Henriksen, que era el jefe de policía, y que fue el inolvidable Bishop, en Aliens, el regreso.

El cartel, por cierto, es impagable.

A Cameron le acabaron echando y le sustituyeron por el italiano Ovidio G. Assonitis, responsable de Tentáculos, otro clásico del terror acuático. Pero en los títulos de crédito sólo dejaron a Cameron como responsable, los muy maquiavélicos.

Lo bueno es que Cameron se lo toma con humor. "Es la mejor película de pirañas voladoras jamás rodada", ha señalado, con bastante razón, por cierto.

2 comentarios:

bizarro con interrupciones dijo...

Ja,ja, que gran hallazgo arqueológico!!

Pero tampoco parecen tan malos los efectos especiales, por lo menos después de como nos lo habías presentado tú en el post!

Juan Luis Sánchez dijo...

A mí lo que más me gusta es la cara de la gente que mira al hombre que se están comiendo las pirañas. Y ni se inmutan. Como si no pasara nada. Vaya extras más poco convencidos.