lunes, 15 de febrero de 2010

Odio el 3D

Sí, vale, soy un aguafiestas. Voy a quedar muy mal en este blog. Soy odioso. Es como si la selección española ganara el mundial de fútbol, todos encantados organizaran una fiesta, y yo cogiera el micrófono para decir que tenía que haber ganado Argentina. Seguro que me lincharían. Pues eso me va a ocurrir con este post.

Ya sé que ahora mismo el 3D es la criatura mimada y adorada por todos. Una gran mayoría de espectadores que ve las películas en su casa, sólo ha accedido a abandonar la comodidad de su vivienda e ir a una sala de cine para disfrutar de los mundos virtuales de Avatar, en 3D. Los empresarios del cine están encantados porque ven sus salas llenas y se forman colas en los bares. Todo el mundo está feliz.

Pues bien, a mí el 3D me marea. Sí, mucho menos que el sistema anterior, el de las gafas rojas y azules, que eran un auténtico suplicio. Pero los 162 minutos del señor Cameron me dejaron un poco "atontado". No sé si Cameron revolucionará el cine, pero me revolucionó la cabeza.

Además, el sistema 3D le quita brillo a la película, y los colores quedan muy apagados. Y no creo que haya sido el único que veía reflejadas en las gafas las luces rojas de emergencia de la sala, lo que resultaba incomodísimo.

Y tuve que pagar tres euros más por la entrada. Y para colmo de males, los cines que reciclan las gafas no las lavan, y te pueden tocar unas gafas más sucias que la bombilla de una cuadra.

Total, que me resulta un suplicio, incomparable con el placer de disfrutar una película como siempre, en dos dimensiones. Si quiero apreciar las tres dimensiones prefiero un sistema mucho más antiguo pero que funciona mejor que se llama "teatro".

Creo que este fenómeno de feria tiene los días contados. La gente descubrirá después de dos o tres películas que está haciendo el primo y volverá a verlas de forma tradicional y a pasarlo bien otra vez.

Ahora espero vuestros comentarios poniéndome a bajar de un burro. Por cierto, esta entrada venía a cuento de que ha comenzado el rodaje de Saw VII. Dirige Kevin Greutert que tiene que tenerla lista para su estreno de cara al próximo Halloween, al menos en países donde no la censuren, claro, pero eso es otra historia. Como es la saga del siglo XXI favorita de todos los aficionados al terror, prometo ampliar la información. Pues bien, el caso es que la película será en 3D. ¿Y qué entrega de qué saga no va a ser en 3D? ¡Todas anuncian que las verás con gafitas! En fin, no sé yo si será recomendable verse envuelto en las secuencias hiperdesagradables extremas de Saw en 3 dimensiones, porque al espectador le salpicará la sangre...

2 comentarios:

bizarro con interrupciones dijo...

pero la ventaja del 3D es que si quieres la puedes ver en 3D o en normal....es como si pillas el libro en lugar de la versión en peli :-) Tu puedes coger cualquiera de las dos.

Oye, y por cierto, si encuentras algún teatro donde puedas ver los efectos especiales de Avatar en 3D avísame porque tiene que molar...

Nada, por crear un poco de polémica, más que nada :-)

Juan Luis Sánchez dijo...

Hombre, Bizarro, ¡qué alegría!

Como sólo está dando dinero el 3D y si esto sigue así dentro de poco no te darán la opción de ver la película normal. Sólo en 3D y ya está. Ya verás. Lo bueno es que creo que tras la curiosidad de las dos o tres primeras películas, la gente volverá al 2D, o al teatro, que a pesar de que no tenga esos efectos especiales (tienes razón), es más descansado para la vista.

También creo que esos mismos efectos especiales que dices se ven mejor en el cine en la versión 2D de la película... Al menos, los aprecias sin dolor de cabeza.

¡Un saludo, Álvaro!