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Siempre me acuerdo del jovencísimo Johnny Depp, que debutaba en el cine en la primera entrega de Pesadilla en Elm Street. Pero, ¿cuántos litros de sangre tiene en el cuerpo Johnny Depp?
El día de los enamorados también se llevara más de una estatuilla una de las historias de amor más sentidas que hemos visto últimamente en los cines, El secreto de sus ojos, que también es un thriller excelente, y un drama y una comedia.
Su calidad es indiscutible, y ha entusiasmado a la crítica y a los espectadores. Fue una gran injusticia que no se llevara la Concha de Oro en San Sebastián, o al menos algún otro premio de consolación, y parece que el Oscar se lo va a arrebatar Michael Haneke con La cinta blanca. En los Goya pesa demasiado el hecho de que a pesar de ser una coproducción con España es una película "muy argentina" y los votantes tiran más hacia producciones típicamente españolas.
Algunas candidaturas de la película de Juan José Campanella no dejan de ser cuanto menos curiosas. Por ejemplo, llama la atención que compita como "Mejor película" y también como "Mejor película hispanoamericana". Por esa regla de tres, también podría ser Mejor película europea, pues España, país coproductor, también forma parte de Europa. Las reglas deberían especificar que las que puedan competir en el apartado de mejor película por ser españolas, dejen su puesto a otras producciones no españolas aquí. Pienso que sería lo más lógico y que "Mejor película hispanoamericana" es un apartado pensado para premiar el cine extranjero.
Por otro lado, la protagonista, Soledad Villamil, compite como mejor actriz revelación. No es una cuestión de edad, pues un actor puede ser la gran revelación a una avanzada edad. Lo han ganado de hecho con toda justicia Saturnino García, por Justino, un asesino de la tercera edad yCarlos Álvarez-Novoa por Solas. Pero ninguno de los dos había tenido un papel tan importante en una película destacada.
No es el caso de Soledad Villamil. Los que vayan alguna vez que otra al cine la recordarán por El mismo amor, la misma lluvia, también de Juan José Campanella y donde compartía la pantalla con Ricardo Darín. Y los que vayan mucho al cine la habrán visto en Vivir mata, Un muro de silencio, El sueño de los héroes, La vida según Muriel, No sos vos, soy yo yUn oso rojo. Y lo mejor es que en casi todas esas películas ¡era la protagonista!
Ahí sí que no entiendo nada. No es la primera vez que la Academia hace algo parecido. Hace poco, el uruguayo Walter Vidarte fue nominado como actor revelación por La noche de los girasoles. Al parecer, Vidarte apareció por primera vez en la pantalla en Procesado 1040, de 1958. Desde entonces ha rodado más de 80 películas o series televisivas. Algunas de ellas eran películas españolas que los académicos deberían haber visto, como Mi hermano del alma o Antártida.
Y a Pablo Carbonell le nominaron por Obra maestra. El actor, presentador y cantante había aparecido por primera vez en Los invitados, de 1987. Desde entonces tuvo papeles destacados en películas como Dos por dos oUn momento, un momento.
En fin, un año de estos el actor revelación será Alfredo Landa. Si no, tiempo al tiempo.Esta actriz ha brillado en alguna película de Pedroooo –la maldición no tiene efecto aparente cuando trabaja con directores nacionales–. Pero en cuanto sale fuera, la hemos liado.
Esta actriz se pone a las órdenes de Stephen Frears, brillante realizador de Las amistades peligrosas, Alta fidelidad yLa reina, y el resultado es Hi-Lo Country, un western soso, que posiblemente es lo peor del realizador. A continuación se pone a las órdenes de Billy Bob Thornton, que acababa de recibir buenas críticas como director conEl otro lado de la vida, en la adaptación de una excelente novela de Cormac McCarthy. Pero Todos los caballos bellos resulta ser un fiasco sin precedentes.
También estaba en el reparto de Blow, indigna del talento de Ted Demme, el hombre que dirigió Beautiful Girls, y que falleció prematuramente poco después de acabar el rodaje. No tardó en arruinar la carrera de John Madden, que tras Shakespeare enamorado se pegó un batacazo de aupa cuando la contrató para el film La mandolina del capitán Corelli.
Intervino también en la insulsa Vanilla Sky, una de las peores películas de Cameron Crowe, el director de Casi famosos, protagonizó Manolete que ni se ha podido estrenar porque el productor se arruinó y hasta rodó una de las peores películas del hasta entonces casi siempre inefable Woody Allen (Vicky Cristina Barcelona).
Cuando pensábamos que su mal fario era insuperable lo ha vuelto a hacer. La actriz le ha arruinado la carrera al director Rob Marshall, que se las prometía muy felices tras el éxito de Chicago. A simple vista, Nine lo tenía todo para triunfar: un amplio presupuesto, un reparto plagado de grandes estrellas (Daniel Day-Lewis, Nicole Kidman,Kate Hudson, Marion Cotillard y hasta Sophia Loren), y se basaba en un musical que triunfó en los escenarios.
¿Qué le falla a Nine? Que está ella, simplemente eso. Y mientras hunde a los demás, a ella no paran de lloverle premios y nominaciones. ¿Qué hechizo de vudú es capaz de crear una maldición semejante? Y encima he buscado su ficha en imdb y resulta que la apodan “Madonna of Madrid”, nunca lo había oído, pero al menos podré llamarla así para evitar pronunciar su nombre.
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